domingo, 3 de noviembre de 2013

Otro fracaso en La 1
(Artículo publicado el sábado, 2 de noviembre, en diarios de EPI)


      Está resultando conmovedor el esfuerzo de TVE para convencernos de que no salimos de ésta porque no somos emprendedores, palabrita del Niño Jesús. He perdido la cuenta de los programas que ha puesto en marcha con la misma idea, y con independencia de que usted se haya dado por enterado, es más, me atrevo a decir que apenas se dio por enterado. ¿Le suena el de Juan Ramón Lucas? Sí, se llamó Código emprende, lo emitió La 1 hasta hace una semana, y propagaba la idea de que cualquier idea podía convertirse en una empresa que, de camino, generara puestos de trabajo. El miércoles, en hora de máxima audiencia, La 1 estrenó otro intento llamado Tu oportunidad, esta vez presentado por Juanjo Pardo. La directora de Contenidos y Programación de TVE resume la idea. Venga, la explico yo. Léase lo que se he dicho de Código emprende

       Visto así es una perita en dulce. Todos empresarios. Todos emprendedores -¿en qué cajón teníamos metida la maldita palabra que ahora no se va de la boca, al menos de la boca de TVE?-. Claro que una cosa es querer ayudar al Gobierno y otra hacer televisión. Este programa, con la misma idea envuelta en distintos celofanes, se ha emitido muchas veces, dando siempre el mismo resultado, un fracaso morrocotudo. Tu oportunidad no falló. El 6´4% de audiencia, poco más de un millón de espectadores. Lógico. Es difícil de alcanzar empatía con lo que ves en la pantalla. O sea, que te da igual que la idea de Fulanito sea “comprada” por Zutanita porque ninguno de ellos está en tu galaxia. Así que te da igual que empiece, acabe, o la semana próxima se lo limpien.

Este el jurado de Tu oportunidad. En realidad, TVE llama a esta gente Los inversores, es decir, los empresarios que apuestan o no por la idea del "emprendedor" que acude al programa. Quizá, y es sólo una opinión, el programa no ha funcionado porque en el jurado ha faltado Mario Vaquerizo, ese ser alucinante que ha sabido hacer de la estulticia y la necedad una carrera con mucho recorrido comercial, un auténtico "emprendedor".


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