lunes, 30 de abril de 2018

Maldeojos. Y ladrona


Y ladrona
(Artículo publicado el jueves, 26 de abril, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Pues qué quieren que les diga. Me da penita. Digo lo de Cristina Cifuentes, la pobre. Si lo del máster le dio un cogotazo del que será difícil levantarse, pase lo que pase, lo del último capítulo de su serie es de traca. Ni los mejores guionistas, los más delirantes, se hubieran atrevido a tanto. Como saben, ayer los magacines de la mañana abrían con un vídeo que publicó el chiringuito de Eduardo Inda. En él se ve a la presidenta de Madrid, cuando era vicepresidenta, en la sala de un supermercado ante un guardia de seguridad teniendo que dar explicaciones al haber sido pillada con dos cremas de cara -20 euros por bote- que no pagó en caja. Lo que le faltaba a doña Cristi es que sobre ella caiga la bonita cruz de ser una ladrona, y al parecer confesa ya que dicen que ha reconocido los hechos y que “fue el peor error de mi vida”.

     La condición humana cada día sorprende más. ¿Por qué una señora de su posición hace eso? Es decir, va a una tienda de barrio a comprar cremas que hasta uno se puede permitir. Y además de su asequible precio, va y las roba. Algo pasa en las cabezas. Algo pasa en la cabeza de Cifuentes. El PP sabía este “detalle”, lo del robo, y trató de requisar todos los vídeos, pero alguien se quedó con una copia que, fíjate qué casualidad, sale a la luz después de 7 años. Parece evidente que el enemigo está en el propio PP, que ha sacado el ¿último? conejo de la chistera para derribar a la tambaleante presidenta. Es posible que cuando usted lea esto, la señora haya dimitido. Ojalá sea así. Por salud, por dignidad. Por decencia política. Si el máster no desvirgado lleva más de un mes en el candelabro, el vídeo de la presidenta ladrona será un hito. A la calle, señora.


1 comentario:

  1. Hola Cipriano,
    Pues a mí no me dio pena. Normalmente no soy tan dura con la gente que cae tan bajo como para hurtar un par de tarros de crema, pero no soporto su actitud de desprecio. Sí, desprecio hacia nosotros los que tanto sacrificio hemos hecho para conseguir unos estudios superiores. No se puede maltratar lo público para desprestigiarlo y, a continuación, adueñárselo y eso es lo que han hecho y están haciendo los corruptos. Cifuentes forma parte de esa red y, por eso no siento nada de lástima por ella.
    Por otra parte, decirte que en casa continuamos leyendo tus columnas con sumo regocijo. Un abrazo, en especial de mi madre la octogenaria que tan fielmente te lee.

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