miércoles, 27 de agosto de 2014

Maldeojos. Wild Frank



Wild Frank
(Artículo publicado el sábado,  23 de agosto, en diarios de EPI PRESS)

      No sé si Frank Cuesta es salvaje o no. Sí sé que en sus primeras apariciones en Cuatro, cuando hacía Frank de la jungla, resultaba un tipo fresco y novedoso, que no se cortaba ante la cámara, que manejaba un lenguaje bravío y unas maneras poco ortodoxas ante la cámara. Luego, quizá atraído por el pastel de rica miel, conforme ganaba notoriedad y volvía con nuevas temporadas, perdía lo que, al menos a mí, me llamó la atención, su frescura, su naturalidad, y empezó a parodiarse. El chico malo dio paso al señor grosero. En sus programas por Tailandia no sólo nos habló de su familia sino que nos enseñó a su mujer, Yuyee, conocida modelo del país asiático, y a sus hijos, con sus nombres peculiares. Ahí van, Zape, Zorro, Zen, y Pepsi. A mí no me miren. Lo cuento porque el propio padre lo ha contado y mostrado.

      Justo cuando la etapa de Cuatro se cerraba, y Francisco Javier Cuesta Ramos, cuyo uniforme para trasegar con bichos y hacerles la puñeta es zapatillas de colorines, calzón corto, camiseta ancha, y gorra con la visera a la nuca, es decir, el de un chico malo, decía sí al canal Discovery para grabar Wild Frank, su mujer era metida en una cárcel tailandesa acusada de llevar droga. El aficionado herpetólogo, separado ya de la madre de sus hijos, empezó una lucha sin tregua en las redes sociales para reclamar justicia ya que la detención, juicio, y encarcelamiento de Yuyee –no estamos casados ya, dice, pero lucharé por ella y por mis hijos- es, según escribe, un cúmulo de irregularidades. Pero Frank Cuesta ha visto que los reptiles y anfibios de esta selva no son como los de la tele. Y ha decido callarse y luchar desde la legalidad, no con entradas en Faceboock. Suerte. 

La tribu, al completo. En esa foto, que se vio en las primeras entregas del programa de Cuatro, el matrimonio aún seguía junto. Ahora Yuyee está en una cárcel tailandesa. El resto... Zape, Zorro, Zen, y Pepsi. Manda cojones.

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