Maldeojos. 60.000 apuntados

60.000 apuntados

(Artículo publicado el sábado, 26 de agosto, en diarios de EPI PRESS)

      Que sí, que sí, que todo va bien, como dice en el programa de Cuatro del mismo nombre y semejante fiasco, que todo va como la seda, escuchamos en caída libre al Gobierno, pero la gente en Sevilla acudió como loca a apuntarse a la cola para ser extra en Juego de tronos. Que son simples extras, relleno, bulto, apuntan de la productora para rebajar la pasión trianera, que ni siquiera tienen frase, por la gloria de mi madre, sentencia el más cachondo. Da igual. La gente tiene fe en el arte. Y una mierda, se oye a uno de la fila. Esta gente trae mucho dinero, y aquí la cosa está muy malita. Acabáramos. Es decir, para que lo entienda, que el personal se apunta a un bombardeo con tal de pillar cacho, aunque el cacho no llegue a los 30 ó 40 euros. Claro que, bien mirado, con 30 ó 40 euros puedes darle un lavado de cara a la nevera y hacer que cobre sentido.

      Que la exitosa serie de televisión, basada en la obra de George R.R. Martín, es un maná parece claro. A él han corrido esas, todavía, 60.000 personas tratando de llevarse un jornalito a casa, pero también dejará un reguero de oro allá por donde pase lo gordo del vendaval, ya sea hoteles, restaurantes, pequeñas productoras, técnicos de todo tipo, talleres de costura, es decir, una lluvia mansa que aliviará algunas penurias. De toda esa intendencia se encarga en España la productora malagueña Fresco Film, bendito sea el poder de HBO, seguro que van diciendo por todas partes los afortunados directivos. Es decir, a lo que vamos, sea por una razón, sea por otra, sea una época, sea otra, a este país le dicen que viene Mr. Marshall, y se pone hecho unas castañuelas. Americanos, os recibimos con alegría…

Una escena de Juego de tronos, cuya quinta temporada, parte de ella, se grabará en tierras andaluzas. Por ahora, la lista de aspirantes a que los llamen para una escenita, aunque sea de relleno, es disparatada. Si caen 50 euros, buenos son, señor Rajoy, que la realidad es mú joía y se empeña en no darle la razón.