Maldeojos. Lo hacen bien

Lo hacen bien

(Artículo publicado el martes, 29 de abril, en diarios de EPI PRESS)

      Los de Más vale tarde en La Sexta, con Mamen Mendizábal a la cabeza, siguen cada tarde haciendo un programa de actualidad que desarrolla con más amplitud las noticias que recogen los informativos de forma más breve, o elaboran un sumario que levanta historias propias. Están muy pendientes, como el que no quiere que se apague la llama porque esa injusticia no tiene que ver con la moda sino con la realidad más cruda, de los desahucios, esos que desmienten a boca llena a un Gobierno cuya desfachatez hablando de la crisis en pasado no tiene límite, y siguen haciendo reportajes de familias que abren su nevera y la enseñan vacía, como la boca de un lobo hambriento, y tampoco olvida el programa, y hace bien, los chorros de liquidez que ese Gobierno inyecta sin temblor a autopistas en apuros o a bancos de una avaricia sin alma.

      Al ser un programa en directo, y vivo, y con ganas de hacer bien las cosas, el sumario se puede y se debe alterar para atender lo que llega a la redacción arrinconando lo que se había preparado. La semana pasada ocurrió lo que digo. Ocurrió con la muerte de Tito Vilanova, el ex entrenador del Barcelona, por la tarde. La noticia llegó a la redacción mientras se hacían eco de la mujer de Motril expulsada de su casa por sus propios hijos. Más vale tarde es un formato que mezcla la tertulia y la revista informativa, y el sesgo en la selección de asuntos y en su tratamiento es, como toda la cadena, de izquierdas, pero no fanatizada. El equilibrio de enfoques y opiniones salvan el programa de ser un panfleto exclusivo para fieles ideológicos. En definitiva, lo hacen bien, y me gusta que se sepa. 

Mamen Mendizábal y Manuel Marlasca, al frente de Más vale tarde, que emite La Sexta como revista de actualidad, desarrollando las noticias de los informativos pero elaborando un sumario propio con un punto de vista que desmiente, casi a diario, la euforia de un Gobierno desalmado e incapaz de ponerse en el lugar de la gente que lo está pasando no mal sino peor, y seguro que con la sensación de ser un estorbo para esa unánime satisfacción gubernamental. Mezcla información y opinión, y el sesgo es el de la cadena, de izquierdas, pero sin fanatizar sus posiciones.