martes, 22 de mayo de 2018

Maldeojos. Modista aparte


Modista aparte
(Artículo publicado el sábado, 19 de mayo, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Volvió a tocar las barbas del dios de los imitadores, que como cualquier espectador sabe es de los más exigentes, que los dioses clásicos con sus amenazas, sus repartos de lo malo y lo peor, tienen bastante. El dios de los imitadores es implacable, y ni siquiera ha de señalar con su espada flamígera al condenado para expulsarlo del paraíso de algo tan serio como la credibilidad, como la imitación verdadera y no la chocarrería del simple y grotesco remedo. Es más, si me apuran, que tal vez lo hagan porque hay lectores muy exigentes, me atrevo a decir que Raúl Pérez está en el último año de carrera para ser lo que es, un dios en esto de la parodia, de la imitación, de no sólo parecer sino de ser el otro, el imitado. La otra noche, en su reino de Late Motiv, donde ha encontrado glorioso cobijo otro duende, don Andréu Buenafuente, instalado en #0, se enfrentó al modisto, redicho y para mí marciano, Lorenzo Caprile.

     Este señor seguro que no es así, digo como lo hemos visto, bueno, lo ha visto quien lo haya visto, en Maestros de la costura, donde era un señor repipi, enfurruñado, redicho, un señor para echarle de comer aparte. Aunque no me hagan mucho caso porque, quizá, he tenido mala suerte y he cogido del costurero de la reina -¿no le hizo algunos trapos a su majestad Letizia Ortiz?- los peores momentos como jurado del concurso del dedal. Da igual. Lo que sí es cierto es que Lorenzo pasó por el plató de Late Motiv, y demostró que lo de ser quisquilloso y puntilloso no es excepción sino estructura, cimiento, pero que cuando apareció Raúl Pérez imitándolo, todo cambió. De nuevo me quedo con la copia. Me sobra el original, modista aparte.  


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