La tierra y la BBC
(Artículo publicado el sábado, 10 de febrero, en diarios de EPI PRESS)
Me siguen
sobrecogiendo las imágenes que nos regala Planeta
Tierra II, producción de la BBC que te deja pegado a la pantalla –domingos,
La 2, a las 9,30 de la noche- por una belleza que a veces resulta eso, bella, y
otras dramática, tensa, una belleza que tiene que ver con la vida, y la vida es
siempre dura para el humano y para el resto de especies. He visto entregas de
este grandioso trabajo narrado en versión original por el divulgador David Attenborough que resumen la
seriedad de la propuesta, el mimo con que se ha ido gestando, el fiel retrato
nunca visto, o así visto, de la lucha por la supervivencia en las condiciones
más extremas. Por bloques temáticos, Planeta
Tierra II se acerca a las islas, a los desiertos, montañas, o junglas con
equipos tan sofisticados de grabación que dan una visión tan novedosa de lo que ves que
parece que es la primera vez que lo ves.
Pongo un
ejemplo. Para conseguir apenas unos segundos de los efectos devastadores de una
plaga de más de mil millones de langostas, algo bíblico se decía en el
reportaje, el equipo tuvo que cambiar varias veces de planes y acudir a
helicópteros de la FAO –que pertenece a la ONU, rama de Alimentación y
Agricultura- porque la plaga variaba de lugar y era imposible mostrar la
catástrofe contra la que esa Agencia anda luchando. En estos documentales la
cámara adopta a veces el punto de vista del águila, del león, y el montaje de
las imágenes redondea un trabajo con vocación de película que pasa del suspense
al drama, a la violencia desmedida o a la comedia más disparatada. Una de las
partes que más me gusta es el final, que acaba con un Cómo se hizo. Y es
apasionante. En esos cortos minutos descubres que la calidad de la BBC está muy
justificada.
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