lunes, 18 de septiembre de 2017

Maldeojos. Los 60



Los 60
(Artículo publicado el jueves, 14 de setiembre, en diarios de EPI PRESS)
      Los 60 convertidos en carne de pantalla, en teatrillo. No de una pantalla cualquiera sino de una pantalla de televisión, aunque el producto se pueda ver en una tableta o en la más pequeña del móvil. Digo de televisión como sinónimo de espectáculo y entretenimiento. Nada que objetar. Pero el viaje que propone Antena 3 para la noche del lunes va de eso, de hacer un viaje al pasado, que en la noche del estreno de Me cambio de década, llevó a la familia Vela Cedena a la década del 60. La familia, para jugar a vivir como se vivía en los 60 –ni de coña, vamos, ni de coña- se cambió de ropa, de casa, decorada con los avíos y el mobiliario de aquellos años, y se desprendió de lo que hoy relacionamos con esta época. Fuera móviles, dijo casi salivando de gustillo porque sabía que eso es lo peor de lo peor, el presentador del programa, Arturo Valls.
      El retrato televisivo en este programa de telerrealidad con un puñado de guionistas dirigiendo la orquesta se quedó, como no podía ser de otra manera, en la epidermis de aquellos años de realidad dura. Me cambio de década no es un programa de denuncia política, ni de análisis sociológico, es un programa con altas dosis de nostalgia, sobre todo para la gente que se va reconociendo en los usos y costumbres de las épocas por las que el programa transitará. ¿Qué pensarán los más jóvenes? Lo normal. Que no había móviles, ni tele, y que vaya aburrimiento, o vaya asco porque hasta el pollo había que desplumarlo en casa y comérselo rápido porque el frigorífico era cosa de potentados.  En fin, Me cambio de década es un producto digno, bien armado, incluso interesante, pero a mí, como espectador, no me ha enganchado. 

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