viernes, 13 de julio de 2018

Maldeojos. Belenazo


Belenazo
(Artículo publicado el sábado, 30 de junio, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Se ha instalado “belenazo” como adjetivo que define los efectos de la aparición de una monstrua de la pantalla, doña Belén Esteban. Efectos positivos, hay que añadir. Si el programa donde actúa la chabacana entra en coalición con algún buen programa de la competencia que le pueda hacer daño, llaman a la choni para que cuente una de indios y la audiencia, como la leche al calentarse, sube como efecto del “belenazo”. Si se quiere promocionar algo de la cadena, de Sálvame, o vete tú a saber qué, se fabrica en apenas una reunión de “la cúpula”  otro “belenazo”. No sé si saben, pero La fábrica de la tele, que maneja los hilos del sandio Sálvame, aburrido y repetido como el pepino, con sus golpes de efecto cíclicos, se ha inventado otra chuminada a cuyo frente ha puesto a doña Belén Esteban, en horas bajas como cada cierto tiempo, agotada la teta de la época en que se ganaba la vida contando su vida con Jesús de Ubrique, El Niño de las Bragas.

     La tontada consiste en hacer entrevistas a peña diversa del entorno de Mediaset, y hacerlo mientras conduce, al estilo del formato del cómico británico James Corden y su Karpool Karaoke. En paralelo, la hasta ahora una de las más serias y prestigiosas plataformas de peticiones del mundo, Change.org, ha puesto en marcha una recogida de firmas para, atención, “echar a Belén Esteban de la tele” alegando todo tipo de males, entre los que destacan que no es ejemplo de nada, que es inculta, zafia, chabacana, o que no es una profesional de la tele. Ay, ay. Todo eso, sumadas, son las razones por las que esta señora está en la tele. ¿Echar a Belén Esteba de la tele? Qué tontería es esa. La Esteban es la tele. Me huele a acción desde dentro, a puro “belenazo”.


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