Escabechina
La última en
morir en un concurso de eso que llaman tele real, sea de convivencia o de
superación, o de alto riesgo, o de yincanas imposibles, ha sido la joven Peng Jiaxuan, una china de 18 años
cuando entrenaba como ayudante de Shi
Xiaolong, el verdadero famoso que participaba en el concurso de
trampolines. O sea, la versión amarilla de ¡Splash,
famosos al agua! de Antena 3. Un día después, pero en EEUU, Nicole Eggert, estuvo a punto de hacer
lo mismo al caer en plancha sobre el agua, que tiene muy mala hostia cuando se
convierte en plancha de hierro. Como saben, hace unos días también moría un
concursante del Supervivientes
francés, Gérald Babin, que a su vez
arrastró –es una hipótesis- al médico del programa, Thierry Costa, que se suicidó. Pero hay más. Un concursante de Buckwild, de MTV, al parecer un
provocador retrato de una juventud en
estado de desbarre cerebral, apareció muerto en un coche junto a su tío y un
amigo.
El joven Shain Gandee era tan popular, tan
imprescindible para la productora, que han tenido que cancelar la segunda
temporada. Confío en que al momento de publicar esta columna no nos enteremos
de que los que queden en Gran Hermano
–no sé si aún queda alguno, han salido todos, los han vuelto a meter, Mercedes Milá se lió a porrazos con el
cámara en directo, inspectores sanitarios han clausurado la marranera como foco
de infecciones físicas y mentales, o Telecinco ha decidido estercolar sus
despachos con truños de concursante, o crear una ONG con los damnificados que
pasan por sus garras-, confío, digo, en que si queda alguien allí dentro no
sufra la venganza del cielo enviando su espada flamígera para exterminar lo que
la audiencia no es capaz de hacer.
Versión china del concurso de trampolín que aquí emite Antena 3 |
Dos especímenes de la marranera de Mercedes Milá |
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