Qué delicia
(Artículo publicado el sábado, 16 de setiembre, en diarios de EPI PRESS)
Qué delicia
escuchar, y ver, la conversación que mantenían la otra noche en la vuelta de Late Motiv, en #0, Andréu Buenafuente y Gemma
Nierga. Lo decía el presentador para recibir a la periodista catalana
expulsada de la cadena Ser como se tira un plato de agua por la ventana –La ventana, programa que presentó
durante 10 años con gusto, dulzura, corazón y cabeza-, decía que era un gusto
recibir a Gemma para hablar un rato sin ataduras, sin prisas, con la
complicidad de lo vivido juntos. Y se notaba. Fue un encuentro dulce que
atravesó la pantalla y llegó a casa con el aroma de la conversación que huele a
años de trabajo y conocimiento en común. Ya no se da en la tele ese tipo de
encuentros, de entrevistas sosegadas, de charlas que no buscan la confrontación
sino el disfrute de entrevistado, entrevistador y, sobre todo, espectador.
Habló Gemma
Nierga en un tono amable, aunque podría haber sido hiriente, agrio y mal
encarado con su antigua empresa, pero qué va, fue una señora que demostró un
talente y educación exquisitos. Ni asomo de cabreo y reproche en público. Y
cuando dijo que sí, que escuchaba la radio, pero no la Ser, lo dijo dejando
claro que era por cuestión de pura emoción, por no escuchar a sus antiguos
colegas, que tanto quería. También dijo que ha aprendido a disfrutar de este
nuevo tiempo y que sí, que le llegan propuestas de vuelta al trabajo aunque
“algunas son surrealistas”. Dice que es
una superviviente emocional que ha aprendido a acercarse a lo que la anima y a
descartar lo que la pone triste. Se habló de periodismo, de sus escasos medios,
de los miedos del periodista, y de cómo un programa como Late Motiv hereda el espíritu de la mejor radio, una delicia.
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