Zumbado
(Artículo publicado e domingo, 20 de julio, en diarios de EPI PRESS)
Hablo de Willy Toledo. Está zumbado. Creo que
está zumbado. O sólo quiere llamar la atención con los disparates que dice y
los fregados en los que se mete. Como ustedes se pueden imaginar me importa un
mango verde el que el actor se crea tan de izquierdas y tan radical que acabe
pareciendo un radical de derechas. Me la sopla. No voy por ahí. Lo que me llama
la atención de este señor es su capacidad diabólica, o quijotesca, o sólo
infantil y ególatra, de pisar charcos, de prender hogueras, de tirarse pedos en
el velatorio con la familia en llantos de desconsuelo, o sea, un pirómano
profesional. No tiene vela en el entierro, pero ya se encarga él de arrebatarle
a alguien la suya. Menudo es. Ciego, ha defendido lo indefendible sobre el
régimen castrista. Y ciego, y cínico, defiende a muerte y tuit el régimen
fascista del capullo Nicolás Maduro,
maldito sea.
El actor, cada
vez más en desuso, y por tanto cada vez más beligerante en política, la ha
emprendido contra Miguel Bosé porque
puso en su cuenta de Twitter una comparativa con los currículos de Maduro
–chófer de bus, es lo más destacado de su hoja curricular- y de Leopoldo López, líder opositor, de
brillantes entradas como economista y político. Seguro que nada es tan simple
como esta ingenua e interesada comparativa entre ambos adversarios, seguro.
Pero Willy Toledo, el guardián venezolano desde España, saltó sin duda sobre el
cuello de Bosé diciendo que es “el lacayo ideal del fascismo”. De ahí al ataque
personal –cantas peor, le dice, que la gallina de mi tío incluso cuando no está
fina- al afirmar que “explota a mujeres pobres y compra bebés a la carta”.
Maldito loco Willy el Rojo. Estás zumbado, corazón mío. Míratelo. ¿O buscas
hacerte un Sálvame?
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