¿Gais?
(Artículo publicado el sábado, 2 de setiembre, en diarios de EPI PRESS)
¿En el fútbol hay
gente de la acera de enfrente, hay alguien que suelte aceite, nenazas en el
fútbol? No, por dios, venía a decir el ex futbolista Iván Helguera, el fútbol es muy machista, yo no conozco a ninguno.
Hombre, terciaba Juanma López Iturriaga,
es muy raro que en un colectivo de 5.000 tíos no haya un solo gay, es más,
sería muy preocupante. Sin embargo, para Julio
Salinas, también del mundo balón, “hay muchos gais, aunque sólo han salido
a la luz un par de ellos”. Si eres futbolista, te va la carne de tu compañero
de vestuario, o la del vecino del cuarto, calla y traga, que de lo contrario,
como también apuntaba Helguera, “te pitarán 30.000 tíos en el estadio”. Por
maricón. Cuesta escribirlo, mucho más saber que puede ser verdad. Eso de abrir
el melón lo hizo Lolita Flores en
su, creo, última entrega de Lolita tiene
un plan, en La 1.
Puede parecer
atrevido, y quizá lo sea mentar esta bicha, pero no sólo da pereza hablar de
ello sino tener que destacarlo porque, aún, sigue siendo ¿tabú? Es asunto
recurrente, como hablar de si hay o no homosexuales “en los toros”, como si el
torero sólo pudiera serlo si le gustan las señoras, pero imposible matar
herbívoros con espadas afiladas en tardes de arena y sangre si le gustan los
señores. Es todo tan rancio, estúpido y fuera de lugar, que de no ser porque
este país es un adelantado en algunas cosas y un retrógrado en aspectos de esa
misma vanguardia, esta pieza tendría sentido sólo para echar unas risas, pero
cuando Lolita pregunta, como se preguntaba hace años, quizá décadas, si hay
gais en el fútbol, es porque aún cabe hacerse esa pregunta. Pues claro que hay
maricones, joder, claro que hay. Ay, señor, qué malito estoy y qué poco me
quejo.
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