Que viva
(Artículo publicado el martes, 19 de setiembre, en diarios de EPI PRESS)
Qué bien sabe,
por fin, hablar bien de algo que emite la cadena principal de la tele pública,
qué ganas tenía. ¿Siguen Estoy vivo, La
1, los jueves? ¿No? Yo que ustedes lo haría. Es una gran serie, un producto
redondo, ese tipo de trabajos que no sólo disfrutas como espectador sino que te
enorgullecen como ciudadano al ser la tele de todos la que apuesta por ellos.
Verán, la cosa es así. Un policía muere persiguiendo a un asesino en serie.
Pero el otro lado de la realidad, en un más allá donde hay segundas
oportunidades, lo devuelve a la vida con otro cuerpo. El nuevo policía donde se
aloja el de antes es Javier Gutiérrez,
que está enorme, perfecto en este personaje que nos hace que olvidemos otros
del actor. Estoy vivo mezcla el
género familiar, el policíaco, y lo sobrenatural, y lo hace sin olvidar el
humor y la ironía gracias a El Enlace, personaje que encarna con soltura y buen
tino un Alejo Sauras maduro y
encantador.
Verlo con un
delantal como única vestimenta, dejando su apretado culo al aire mientras habla
con el resucitado e inmortal Andrés Vargas, el policía que volvió a la vida, es
una escena potente e hilarante. Estoy
vivo, de Globomedia, sigue la línea de la vanguardia controlada y el riesgo
que ya inició con Vis a vis.
Fotografía cuidadísima, trucos
digitales sobresalientes, elenco muy bien elegido, donde destacan los siempre
solventes Anna Castillo, Alfonso Bassave, o Cristina Plazas, y un guión que promete momentos de gran altura. En
Estoy vivo, con una audiencia que
hasta ahora había dado la espalda a las producciones de La 1 –ridícula iFamily, olvidable Reinas, vergonzosa La pelu-
abre una puerta a la esperanza que jamás debía de haber abandonado a La 1. Que siga
la racha.
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