¿Y Venezuela?
Artículo publicado el sábado, 16 de julio, en diarios de EPI PRESS)
Hace nada,
apenas unas semanas, los días previos a las elecciones del 26 de junio, en el Telediario de La 1 teníamos la sensación
de que Venezuela era cosa nuestra, un pegote añadido a la patria, una provincia
española. Cada día se hablaba de la situación del país, del desabastecimiento
de las tiendas, de la imposibilidad de encontrar papel higiénico, de las
chifladuras de su patético presidente, un Nicolás
Maduro al que sacaban cada día como un payaso estrambótico y fanfarrón que
ocultaba con sus provocaciones políticas la realidad de un país en
descomposición. Venezuela era, tanto en TVE como en el resto de cadenas, un
tema, una sección, un recuadro, un tiempo sin falta. Todo interesaba, por
supuesto si era malo, que es de lo que se trataba, de enfatizar aquel drama, de
destacar las penurias de un país en manos de los malos que, ahí está la razón,
resultan ser amigos del español Pablo
Iglesias y sus huestes.
A por ellos. Se
hablaba, mal, de Venezuela, para hablar, peor, de Podemos, que era el fin. TVE,
de nuevo, para bochorno de periodistas y agravio de espectadores, al servicio
del partido en el Gobierno. Era la consigna. A por ellos. La cosa fue tan
indignante, tan marrullera, y tan atrevida, que, reló en mano, y según el
Consejo de Informativos de la casa, en mayo se dedicaron 71 minutos a Venezuela
y sus cosas frente a los 31 del paro, o los raquíticos dedicados a la
corrupción. Toda elección para conformar la escaleta de un informativo ya
implica tendencia. Dime qué eliges y te diré a quién proteges, o a quién atacas
–perdonen la simpleza-. Pues bien, han pasado las elecciones, Podemos está
donde está, pero Venezuela, que está como estaba, ya no es noticia. Milagro.
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