Los pilares
(Artículo publicado el sábado, 6 de agosto, en diarios de EPI PRES)
A ver, ¿puede un
comentarista de televisión comentar una televisión, un programa, una cosa, una
idea, un ente con el que no tiene tratos, ni siquiera carnales? Puede. Y debe
en este caso. Hablo de 13 tv, esa tele divina que pagamos todos, ateos o nos
acostemos rezándole al niño Jesús. 13 tv es la tele de la obispada patria, esos
díscolos ciudadanos que ven la aguja en tu ojo, y por la que te pueden montar
una inquisición que te cruje, pero jamás ven la viga bajo sus ricos
harapos. A lo que voy, que me voy. Que
hemos sabido que Isabel Durán,
periodista de la derecha más guerrera, esa que entiende la objetividad como
provocación de los otros, se ha ido de la casa. Por lo visto hacía una cosa
llamada Más claro agua, así, sin coma
ni nada, un informativo personal en el que la obispa repasaba la actualidad
dándole a la izquierda unos cogotazos hasta lujuriosos.
Se va. O la echa
la Conferencia Episcopal, dueña del chiringuito ideológico en el que se gasta
más de 10 millones de euros. Un pastizal que pagamos todos vía presupuestos y
que habla de prioridades e intereses. Caritas, organización humanitaria de
ayuda a gente necesitada, de la que se ufana el emporio católico, recibe 6
millones. Fin de la cita. Creo que está claro. Con la marcha de 13tv de esta
dama de la manipulación, el embuste, el fomento del odio y la crispación, se
dice que la CEE quiere aprovechar la coyuntura y sanear su parrilla, hacerla
más respirable, menos “guerracivilista”, más abierta, eso que se entiende por
una auténtica televisión generalista. Ah, pero el demonio es muy pesado. Y la
tentación muy tentadora. No se toca El cascabel,
nido de tertulianos biliosos que pastorea Antonio
Jiménez, ni La marimonera, de Carlos Cuesta, pilares de esa iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario