Usurpadores
Otra que ha
salido del otro lado de la realidad para arrodillarse ante Youtube ha sido Esperanza Gracia, la que te lee el
futuro sin bola ni nada. Esta te mueve las manos así, como ella las mueve, y te
hace del horóscopo una novela rosa. Pues bien, algún diablo la ha suplantado. Y
está que trina porque llamada que reciben otros charlatanes, euro que no le
llega a su cuenta. Mirando a su camarilla del ordenador, con un maquillaje de
andar por casa, aunque acentuando en rojo pasión sus labios, advierte, “están
usurpando mi nombre gabinetes astrológicos que nada tienen que ver conmigo”. El
mensaje visual es tan dramático como el de humor macabro de Carlos Floriano cuando asegura con su
caracolillo de cantaor de coplas con mucho sentimiento que no nos cieguen las
cifras del paro porque la macroeconomía va que chuta. Asegura la bruja Gracia
que ella no puede hacer nada para combatir a los usurpadores, que se aprovechan
de su prestigio para hacer negocio a sus espaldas, y pide a sus fieles que sólo
llamen a su teléfono oficial.
Lo que no sé muy
bien es si a Carlos Floriano –recordemos que el menda es nada menos que el
tercero del PP- y a los suyos, alguien les ha usurpado su personalidad, atraído
por su indiscutible prestigio, y en realidad el Floriano que vemos no es el
Floriano Floriano, ni la Fátima Báñez
de la movilidad exterior es la Fátima Báñez que se encomienda a la virgen para
acabar con el paro, ni el Cañete que
pide agua fría para todos es el Cañete zampabollos y viva la vida que uno
esperaría, ni, válgame el cielo, el Ruiz-Gallardón
que habla en boca de ultras con sotana y rabo de diablo es el Ruiz-Gallardón
que antes de la abducción parecía una criatura estable y sensata. ¿Vivimos en
estado usurpado?
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| Esperanza Gracia. De esta charlatana no hay que fijarse en lo que dice sino en cómo lo dice, con esa sonrisa fingida, esos brazos de buen pastor, y esos dedos de Cristo en Majestad. Todo un montaje teatral para hacer caja. Pero la mujer es legal. Engaña a quien se deje engañar. |
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| Carlos Floriano. De este charlatán no hay que fijarse en cómo lo dice -sobreactuado, enfático, falso, cínico- sino en lo que dice. Dice auténticas barbaridades que se sustentan en la idea que tiene del ciudadano, que es imbécil de remate. ¿Será él, el que parió su madre, o será otro, el usurpador? O peor aún, ¿auténtico y usurpador son la misma cosa? |
Pues creo como bien dices que esa especie de telebasura del gobierno ha tomado el poder y no hay quien los eche como a Karlos Arguiñano.
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