La
visita
Emitido el 1 de julio de 1991 en
Onda Regional de Murcia
Cuando
María Rosa recibió la carta se puso blanca, aunque luego le dio por reír. El
remite venía del cielo, así, como suena, y se la enviaba el mismísimo Señor.
Firmaba así, El Dios del cielo. La dejó sobre la mesa sin querer abrirla. Pensó
que podía ser una carta bomba, alguna gracia sin gracia.
Se
fue a la cocina para olvidarse del asunto. Pero no pudo seguir haciendo la
tortilla. Volvió al comedor. Cogió la carta, la tocó por sus esquinas, palpando
con suavidad cada pliegue por si en ellos se adivinaba algo extraño, un cable,
un botoncillo, algún bulto horrible. Nada.
Cogió
unas tijeras y extendió las manos pensando que si explotaba la carta, le
pillaría de refilón. Hizo el primer corte. Nada. Hizo otro, y tampoco. Se
relajó. Allí sólo había un papel doblado con mimo y primor, inmaculado. Lo
desdobló y lo leyó. Prepárate, decía en letras muy claras, porque mañana la
Muerte vendrá a recogerte.
Se
tuvo que sentar. Comenzó a sudar. La fiebre le subió. No tuvo fuerzas ni para
levantarse y apagar el butano. Por supuesto, la tortilla se hizo carbón.
Al
día siguiente, a las 12 del mediodía, tocaron a la puerta. Tuvo miedo y no
abrió. Pero frente a ella, una mujer enlutada y vieja, le guiñó diciéndole que
la siguiera. María Rosa preguntó si le concedía alguna gracia. La Muerte
respondió que sólo podía llevarse una cosa.
Y
María Rosa se fue al cuarto de baño, cogió el cepillo de dientes, y salió de su
casa echándole a la puerta dos vueltas de llave.
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