Perder
el miedo
(Artículo publicado el martes, 29 de octubre, en diarios de EPI)
El periodismo
empieza a tener tan poco que perder que empieza a perder el miedo. Ésta es algo
más que una frase, sobre todo si quien la dice es Jordi Évole, el de Salvados,
el de La Sexta, el periodista, el de Cornellá. Cuando perdemos el miedo ganamos
osadía. Cuando el periodismo pierde el miedo, malo, malo para quien no quiere
que se pierda. A ver si, como aquí se apunta, lo que ha hecho Carmen Baños, que presenta una cosa que
Intereconomía llama Telediario, es perder
el miedo al dejar claro que “estoy en total desacuerdo” con la entradilla que leyó
sobre la manifestación madrileña a favor de la educación gratuita, pública, y
de calidad, y en contra de la ley que propone Wert. Estoy en total desacuerdo, dijo Carmen. ¿Un acto de valiente
rebeldía, quiere que la despidan?
Por su parte, el
domingo por la noche volvió Salvados,
otro de los pocos programas que se han convertido en imprescindibles para creer
que el periodismo sirve para algo, que aún existe, se rebela, indaga, hurga, denuncia,
molesta, no es cómplice de situaciones que favorecen al poder pero no a los
ciudadanos. La entrega se llamó La vida sigue igual, es decir, como si a pesar
del programado desastre económico, bares, comercios, y calle, salvo alguna cosilla,
siguieran su curso sin arder como arden las teas indignadas. Invitó el
periodista a un parlanchín Arturo Pérez
Reverte, oh, qué valiente, qué cosas dice este hombre, qué par de huevos
tiene, no se casa con nadie. Pues frente a él, con la vida resuelta dos veces,
me parece más valiente Carmen Baños, que intuyo que tiene muchísimo más que
perder. Parece que ha perdido hasta el miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario