Estrategia
ideológica
(Columna publicada el martes, 8 de octubre, en diarios de Editorial Prensa Ibérica)
Si el concurso lo emitiera una televisión privada, La 1 estaría
haciendo palmas con las orejas porque Uno
de los nuestros, una tontuna musical cuya orquesta se llevó por delante a Informe Semanal, se impuso al maloliente
pastel putrefacto que prepara para la noche del sábado en Telecinco Emma García, que ni con el escote a
tope remonta la audiencia. Si Uno de los
nuestros se emitiera en una televisión privada, uno diría que Uno de los nuestros es un concurso más
que apuesta por el cante, da igual qué formato use, da igual qué presentador
tenga, da igual con qué jurado se monte el juego del suspense, un suspense con
menos suspense que un político hablando de brotes verdes. Pero Uno de los nuestros se emite en la
televisión pública. Y los sábados. En el horario de Informe Semanal.
Claro que la tele pública debe de competir por eso que pone tan
nerviosas a las televisiones privadas, la audiencia. Por supuesto, y aquí lo
hemos defendido muchas veces. Pero no a cualquier precio. Debe de luchar para
que el Telediario sea el referente
informativo que era, pero con un sumario donde el suceso,
y de forma descarada, no ocupe un lugar vergonzoso. Debe de luchar volviendo a
una imparcialidad política que hace tiempo perdió, y con ella, la audiencia,
que no se cree esa información manipulada. Con el resto de programas, igual.
Lucha por la audiencia, pero a la altura de una televisión pública. Devaluar Informe semanal, relegado a la
madrugada, es estrategia ideológica, no apuesta por la audiencia. El
concursito, el jurado, y lo demás, paja.
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