Arrasó
(Artículo publicado el jueves, 24 de octubre, en diarios de EPI)
Ya lo sabrán, lo habrán leído, o lo habrán visto en los lógicos
recordatorios que hace la cadena sacando pecho por su victoria. Y victoria
hubo. Y de las sonadas. Antena 3 logró zamparse a dentelladas de guerrera feroz
a sus rivales, nada menos que La Voz
e Isabel. Que El tiempo entre costuras hiciera la noche del estreno más del 25%
de audiencia, es decir, algo más de cinco millones de espectadores frente a
programas tan consolidados como los de Telecinco y La 1, dice mucho de la
cadena, de la serie, de la historia, y de la audiencia. No es fácil en una
noche tan canalla. Atresmedia, el emporio audiovisual de Planeta, no ha
escatimado esfuerzos, y la productora, Boomerang, ha hecho muy bien los
deberes. Es una buena serie, así, sin matices, al menos lo visto en la primera
entrega, y sin la coletilla “para ser española”.
Si me pongo pijo le saco fallos y digo que el guaperas Rubén Cortada, el Ramiro Arribas que encandila a Sira, Adriana Ugarte, estaría más mono con la
boca cerrada, quizá enseñando el costillar, pero no, no me pondré quisquilloso.
Me gustó. Habrá tiempo de entrar en detalles. Hoy me quedo con algunas
curiosidades. Resalté que El tiempo entre
costuras hizo buenos datos de audiencia, y que Boomerang es la productora.
¿Sabían que es la misma de La Voz?
¿Cómo vivirán noches como esa, con dos hijos enfrentados, sus directivos? Lo
que tengo claro es que Paolo Vasile,
el que rechazó “por coherencia” un premio de la Academia de TV, se mondará de
la risa, “por coherencia”, con los 5 millones, que él hace con la chistera de Belén Esteban, que siempre tiene un
conejo dentro en un tiempo sinfín, sin fisuras.
Imagen tomada de la web de Antena 3, que adelanta una escena del segundo capítulo de El tiempo entre costuras. |
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