Asunta
(Artículo publicado el jueves, 1 de junio, en diarios de EPI PRESS)
Impecable,
exquisito, ejemplar tratamiento televisivo de un caso, el de Asunta, la niña
asesinada por sus padres según sentencia firme judicial, y por la que pagan
condena, de una historia terrible que ocupó horas y horas de televisión, y casi
todas con un hedor a insoportable morbo, a sensacionalismo y espectáculo de
periodismo pornográfico. Lo vemos en Lo
que la verdad esconde, que emite Antena 3 la noche del miércoles, una
apuesta muy de esta cadena y muy de Bambú Producciones, que firman el
documental tan poco convencional. En la primera entrega ya te das cuenta de que
lo que conocemos puede ser o no ser, o al menos puede tener matices.
Ejemplo.
Recordemos a Rosario Porto, la madre de Asunta Basterra, en aquellas imágenes en las que la mujer reía en
los soportales de su casa de campo en un registro de la guardia civil 48 horas
después de la muerte de la niña. En la tele estaba claro. Es una madre sin
escrúpulos, fría, que no tiene sentimientos, decían los expertos, incluso
quienes analizan el lenguaje no verbal. Era una bestia. Sin embargo, una
policía judicial dijo que esa escena distendida se provocó para que Rosario
aliviara su dramática y angustiosa situación, rota por el dolor. La serie
documental, de tres entregas, hace un análisis no sólo minucioso sino exquisito
y distante desde todos los puntos de vista ya que no pretende demostrar una
idea previa –de condena o culpabilidad- sino explicar con la mayor cantidad de
datos posible lo que de verdad pasó, es decir, lo que de verdad debería de
hacer, siempre, el periodismo. Para no contaminar el resultado, por no haber no
hay ni narrador. Lo que vemos y oímos tiene tanta fuerza que se basta solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario