Sueño LGTB
(Artículo poublicado el jueves, 24 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)
Claro que sí.
Viendo lo que pasa en Rusia con el llamado colectivo LGTB España es el paraíso,
la meca soñada, el destino ideal. Lesbianas, gais, transexuales y bisexuales
son la escoria que hay que eliminar, literal, de las calles, plazas, trabajos,
y casas de un país en donde esos ciudadanos son perseguidos de una forma
obsesiva, enfermiza, y no sólo por otros ciudadanos anónimos o asociaciones
coordinadas para tal fin sino por un aire de permisividad, incluso de aliento,
que llega de las instituciones, estando a la cabeza un gobierno desquiciado que
ha visto en el mariconeo una espita útil para que afloren sin grandes tumultos
la rabia por situaciones de desigualdad, falta de trabajo, de libertad y otros
asuntos turbios que no interesa airear. Mientras la gente se entretenga
soltando su agresividad y veneno contra el homosexual no pide explicaciones por
otros temas.
Las
declaraciones de un tal Timur Bulatov,
uno de los capullos significados que tienen la homofobia como sello de
identidad del país, un energúmeno peligroso y violento, es de los que defecan
cuando abren la boca para decir que “todos los homosexuales son pederastas”, y
quien los apoye son objetivos a derribar. Y así es, acosan, persiguen, y les
hacen la vida imposible, incluso consiguiendo que los echen del trabajo. ¿Qué
hace la autoridad, la policía, la justicia? Alentarlos. Las leyes rusas
criminalizan la relación entre personas del mismo sexo. Por decreto, todos son
machos, hasta las tías. Contado aquí no da la misma impotencia y rabia que
cuando vi el lunes “Viaje a la homofobia” en el nuevo programa de reportajes de
Cuatro, Fuera de cobertura, que
presenta cada semana Alejandra Andrade
–Callejeros, En tierra hostil, Encarcelados-.
Felicidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario