La
caza
(Artículo publicado el sábado, 31 de mayo, en diarios de EPI PRESS)
Huy, qué miedo,
mira cómo tiemblo, decía Isabel Durán
en 13tv días antes de las votaciones, y lo decía porque alguien de Podemos
escribía en Twitter que algunos conocidos del TDT Party jamás les votarían,
pero que esos mismos se llevarían un susto el domingo, cuando se abrieran las
urnas. Vaya si se lo llevaron. No quieres un escaño, toma cinco. Los
bullangueros de la cadena católica, que arden siempre en aspavientos, ya
empezaron a maldecir al achulado cabeza visible de esa formación, por si acaso.
Y en las siguientes horas, cuando los cinco de Podemos se convirtieron en una
realidad incontestable, salió en tromba “la casta”, término con que este
partido se refiere a eso, a la casta de profesionales –patético Felipe González- y apoltronados
políticos.
Hacía tiempo que
no veíamos en televisión, nuestro campo, una caza tan descarada y orquestada
contra alguien. En tromba, como los ñus keniatas cruzando el río Mara. La casta
está cagada. Con lo cómoda que era la alternancia. Hoy tú, mañana yo, pero entre
nosotros, que nos entendemos. Y de repente irrumpe el tío de la coleta, el
friki –Pedro Arriola, la garganta
espiritual del PP, que habla de que Madrid atrae a todo tipo de frikis, y de
hecho allí están Botella, Aznar, Floriano, incluso él-, es como Le Pen –la gran ególatra Rosa Díez, del partido de ídem-, el
nuevo Hitler –Esperanza Oña,
alcaldesa de Fuengirola-, un fuera de la ley –el flipado Floriano-. En un
alarde de cumbre del insulto hay quien lo llama personaje televisivo –ay, Marhuenda, sufridor-. Señor Pablo Iglesias, a lo suyo, que
podemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario