4.000
programas
(Artículo publicado el martes, 10 de junio, en diarios de EPI PRESS)
Corría el otro
día, a raíz de la dimisión del monarca español, un chiste por la Red en el que
se decía que la mayor parte de los ciudadanos ha visto sucederse al menos a
tres papas, a un puñado de presidentes de Gobierno, a dos reyes, y sólo a un
presentador de Saber y ganar. El
chiste, como todo lo cómico, es una exageración de la realidad que esconde algo
de verdad, en este caso toda la verdad. Saber
y ganar es un clásico de la televisión de todos los tiempos, una máquina
engrasada que a pesar de sus 17 años de vida no parece que esté cansado. El
viernes celebraba una emisión muy especial, la emisión 4.000, es decir, 4.000
días de concurso. Y defendiéndolo desde el principio, la momia más viva de la
tele, Jordi Hurtado, el hombre
alcanfor, el sujeto que unas veces adoras y otras rechazas porque te resulta un
histrión insoportable.
Misterios de la
pantalla. Pero al margen del hecho, y uniendo la celebración a la voz de Saber y ganar, la de Juanjo Cardenal, el hombre sin rostro,
el concurso ha sabido seguir interesando a la audiencia, que en el peor de los
casos no baja del 8%, es decir, un millón y cuarto de espectadores, una cifra
nada despreciable. Es el programa más visto de La 2. Sergi Schaaff, creador y director, es responsable del ritmo, de que
no decaiga, de que cada día sea una aventura, de que el espectador decida
ponerse frente a la pantalla, y descartando el resto de la oferta, más banal,
más fácil, elija Saber y ganar y se
divierta con El duelo, Cada sabio con su tema, o La parte por el todo,
secciones que salpican de cultura, ironía y suspense el arranque vespertino de
La 2. Larga vida.
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