Necia
Ni para mandar
correos que lleguen a su destino sirve Leticia
Sabater, la amiga chachi piruli, y guay del Paraguay de los “peques que
hace las delicias de los papis”. Literal o no, el entrecomillado responde al
serrín que tiene por cerebro la pedorra. Con ese bagaje se presenta a
diputaciones y ayuntamientos del PP para que contraten su espectáculo de
verano. Sus argumentos son irrefutables. Además de ese gozo general de peques y
papis la ordinaria y vulgar tetona adjunta en sus correos electrónicos un dato
de peso, que es artista del PP. El tinglado mental de la dama se ha descubierto
porque el correo, que iba dirigido al presidente de la Diputación de Almería,
el popular Gabriel Amat, recaló en
el de Jaén, el socialista Francisco
Reyes –según recoge El País-. La cosa no pasaría de otra ida de olla de
esta señora si no fuera porque, en el fondo, refleja una idea extendida de que
“ahora, el cortijo es nuestro” –ojo, en todos los partidos-.
Si TVE, a través
de Ana Ibáñez, no ve problema alguno
en que la presentadora de La Noche en 24
horas sea la maestra de ceremonias en un acto con Mariano Rajoy, ¿por qué la encantadora Leticia no va a aspirar a
ganarse 3.500 euros por actuación, que sólo serían 2.500 si la contrata el PP,
en sus bolos? Esta historia es tan chunga, torpe, tan ingenua y mediocre que
pone a su protagonista a la altura de su necedad. Hace bien en decirle al PP
que apoye a sus artistas “igual que hace el PSOE”. Yo también lo creo. No
entiendo cómo el PP no se aprovecha del tirón, del prestigio y talento de Norma Duval, Mario Vaquerizo, Bertín
Osborne, Juncal Rivero, o de la
propia Leticia. A mí me dice Arturo
Fernández, chatín, vota al PP, y es que ni lo pienso.
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