Yo
no soy Pérez Hilton
Si no sabes quién soy es lo normal. Pero si ni tan
siquiera sabes quién es Pérez Hilton
la cosa es más grave. O no, según iremos viendo. Lady Gaga y Paris Hilton
sí saben quién es Pérez Hilton, así que por ahí va el aire. El tal Pérez es
hijo de inmigrantes cubanos que se instalaron en Miami. Se ve que el chaval
tenía una lengua de ascua y decidió vivir de ella. No para dar gusto a los
demás sino para atormentarlos con sus humillantes embestidas. Sus objetivos no
eran cualquiera. Sólo dirigía su mala leche a celebridades de Hollywood y
cantantes con renombre. El tal Pérez, siendo ya prosaico aunque irónico su
alter ego, se llama Mario Armando
Lavandeira, que tampoco es moco de pavo. ¿A qué viene todo esto?
Primero, a certificar, como es evidente, que yo no
soy Pérez Hilton. Y segundo, y lo más importante, a destacar que Mario Armando,
conocido como el bloguero de las estrellas o algo así, ha sido papá. Para serlo
se preparó a conciencia. Fue al gimnasio para fundir la grasa que le calentaba
los riñones, dejó de darle al pirriaque, acudió al terapeuta y, lo más bonito,
corrió a los brazos de la divina Oprah
Winfrey para dejar claro que la cosa iba en serio, que quería iniciar otra
nueva vida, y hasta pidió perdón a Sarah
Jessica Parker, a la que al parecer fustigaba sin piedad.
Ha dicho de su bebé que es hermoso y saludable, “con
un montón de pelo en su cabecita”. Enternecedor. Su paternidad la hizo pública
urbi et orbe a través de Twitter, y las redes sociales echaron fuego divino,
dígase como sólo lo diría nuestra Carmina
Ordóñez –que en gloria esté-, di-vi-no. El tal bloguero tiene millones de
seguidores –otro detalle que me aleja de él-. Lo que no sabemos es el nombre de
la esposa. Ah, que no tiene esposa. Bueno, pues de la mamá del bebé. Nada, no
sabemos nada. ¿Es maricón el tal Pérez Hilton? Lo es. Y muy orgulloso que está
el hombre. ¿Entonces es posible que los maricones, granito a granito, estén
haciendo lo que pueden por la pervivencia de la especie? Es posible.
A ver si alguien se lo hace saber a un tal Fernández, ya saben, el ministro de Rajoy, que anda el hombre con el culo
apretado porque con tanto maricón que no procrea, a sinvergüenzas,
cantamañanas, e ignorantes como él se les acaba el chollo. Que se relaje,
hombre, que se relaje.
El papá y el nene ((Foto tomada de la de El País) |
NOTA. Esta
entrada de alta investigación ha sido fusilada –fuentes lo llaman otros
investigadores- de El País y Wikipedia.
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