El
PP y la transparencia
El juego parece
claro. Si convocan a los periodistas, los periodistas han de ser algo más que
portavoces del convocante de turno. Si el convocante es alguien que forma parte
del Gobierno, la relación no debería ni siquiera generar la más mínima duda.
Por fin, y con sonoro plantón, algunos corresponsales de medios españoles en
Nueva York han dado una lección de las que, es de esperar, creen escuela. Ana Mato convocó a los medios a su paso
por la ONU –inauguraba la 57º Sesión de la Comisión Jurídica y Social de la
Mujer-, pero la ministra no tiene el chichi para muchos tábanos y advirtió que
ella iba, hablaba, declaraba, y se marchaba. Lo que se dice una declaración
institucional. Eso sí, las cosas como son, estaría presente en carne mortal.
Podría haber sido peor. Podría ni siquiera haber estado presente y hacer la
pantomima como su jefe Rajoy, en
plasma.
Pero le salió el
tirillo por la culata. Los periodistas, algunos periodistas, se negaron a ese
juego. Le dieron platón. Para que vayan aprendiendo. ¿Qué hizo TVE? Acudir. Por
eso en La 1, en el informativo del mediodía, Almudena Ariza entrevistó a la ministra, que largó su rollo
sabiendo que jugaba en terreno amigo. Una pena. Ni siquiera hubo una breve
mención al plante, que en realidad era la noticia. Sin preguntas, no hay
cobertura. Sin preguntas, no hay periodismo. Ojalá, en estos tiempos de descaro
y huida para no dar la cara de los responsables públicos, este fuera el
principio de un viaje sin vuelta atrás. Pero me atrevo a decir que no. ¿Saben
que el PP ha dado la orden taxativa de que ningún dirigente del partido acuda a
programas “enemigos”? Vamos, lo que desde Ana Mato a Pons, Floriano, Rajoy, o Cospedal entienden por transparencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario