… y
no echar gota
Una hermosa
mujer sube con garbo y sensualidad unas escaleras. Luego, sobre tacones, unos
pies caminan con firme decisión. Al fin aparece la cara de la mujer. Y sí, es
guapa, muy guapa. Y si te fijas bien hasta la reconoces de salir en la tele, en
algunas series. Mirando al frente, como a un vacío a punto de ser mostrado, la
mujer habla. He vuelto, dice, y pienso volver todos los días de mi vida. ¿Quién
es el afortunado al que la actriz promete algo tan estimulante, y quién es la
actriz? Es Natalia Verbeke. Y le
habla a un retrete, hostia puta. A un retrete. Con su tapa y todo en un rincón
de un cuarto de aseo. Sin más, del retrete, el plano pasa a una mesita baja con
dos vasos, pan, y una mano que vierte en uno de ellos un poco de leche. La voz
de la misma mujer dice que si tomas esa leche, la fibra te ayudará a ir al baño
–al cagadero al que ella le hablaba- cada día.
Natalia Verbeque emocionada ante.... |
...la letrina de sus sueños |
Después, en otro
anuncio, se ve a un tipo con un megáfono en la mano, y corriendo, y sentado como
si tuviera mucho que pensar. Y parece que sí, que en su cabeza hay lío porque
la pregunta que se hace es de las profundas. ¿Cómo lo hago, se dice soplando un
caracolillo juguetón que le llega al labio, para seguir siendo yo mismo?
Repitamos. ¿Cómo lo hago para seguir siendo yo mismo? Luego, el tipo que se
pregunta semejante cuestión trascendental, sale cortando como una exhalación
con las manos como el que echa a volar. Casi lo consigue. Hasta que se frena,
cae en seco, y se responde. Tocando con los pies casi siempre en el suelo.
¿Casi siempre? ¿Qué hace el resto del tiempo? ¿Flota, gravita, sobrevuela? Pues
sí. Flipa. Es David Bisbal. Que
asegura que lo que le define, y por eso los cuida, son sus rizos. Menos mal que
no estoy lejos del retrete.
Este tipo consigue rizarme los pelos sin espuma ni ná. |
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