Primarias
(Artículo publicado el sábado, 7 de julio, en diarios del grupo EPI PRESS)
Los de Zapeando no creen en la democracia ni en
la regeneración, ni en la transparencia ni en la lucha contra las corruptelas,
de las más domésticas y cotidianas a las refinadas que sólo organizaciones
criminales saben urdir, los de Zapeando
se pasan todo eso por la gomita del calzoncillo, no así el PP, que en unas
horas, tanto la estructura como sus militantes y sus votantes –me encanta la
figura del votante del PP, sobre todo aquel que dice no entender de política
pero, pase lo que pase, su voto no varía-, pues eso, que el PP, de golpe, se ha
hecho demócrata de base, perseguidor de enredos, detector experto en saber si
un medio público está o no manipulado y en manos del partido del Gobierno, y
enseguida corre a la justicia para, como una prima dona en éxtasis, denunciar
lo que hasta hace cuatro minutos practicaba con fresca naturalidad.
El PP es tan
regenerador que exigió, para participar en las votaciones para elegir a los
miembros del Consejo de Administración de RTVE, quedarse con el Canal 24 Horas
y que Eladio Jareño siguiera como
director de TVE –lo de Rafael Hernando
supera todo límite-. Como no se le dio “el juguete” corrió a denunciar a los nuevos
dueños de la pista. Vergüenza no, lo siguiente. Pues bien, el jueves, los
programas, informativos, tertulias, especiales –lo de Ferreras es en verdad memorable-, celebraban el festival de las
primarias en el PP para elegir a su líder. Me extrañó no ver la foto de las
monjitas entrando a votar, ni siquiera de atrezo, como es de rigor en
votaciones. Santamaría ganó, pura
regeneración, sangre fresca. Que aprendan los de Zapeando, que eligen al guapo Jon
Plazaola como nuevo colaborador así, a dedo. Sin primarias ni leches.
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