El Príncipe
(Artículo publicado el sábado, 23 de abril, en diarios de EPI PRESS)
Final
apoteósico. Si se descuidan los creadores, César
Benítez y Aitor Gabilondo, caen
hasta ellos de un disparo mal salido de los muchos que escuchamos en el último
capítulo de El Príncipe, que vieron
la noche del miércoles más de 5 millones, un dato apabullante. De la
escabechina destaca la muerte de Fran, inspector de policía al que da vida José Coronado, Khaled, el terrorista
que pasaba por empresario, interpretado por Stany Coppet, y Fátima, Hiba
Abouk, esposa de Khaled pero enamorada del inspector Morey, Álex González. Han sido, si no cuento
mal, 31 capítulos, la misma cantidad de veces que el protagonista, Álex
González, se ha quitado la camisa y ha enseñado lomo. Hasta en el último,
agonizando Fátima en la playa, y tal como se dijo en el primero, en el Príncipe
todo acaba en agua salada, en lágrimas o en el fondo del mar.
Fue un capítulo
intenso que la cadena supo coronar con esas entregas que ahora se han puesto de
moda. Abrir boca con cebos sobre el capítulo a emitir, y cerrar la noche con el
“cómo se hizo el capítulo”. Siempre me ha gustado esa parte de la ficción.
Cuando me la he bebido quiero ver el otro lado de la magia. Es cuando hablan
los actores sobre su trabajo, sobre las condiciones climáticas, cuando los
decoradores nos muestran la pared de cartón y vemos en primer plano el lío de
cámaras, monitores, maquilladores, sastres, iluminadores y los cromas con los
que nos engañan convirtiendo la nada en un asombro. Con estos epílogos –Dentro de El Príncipe- disfruto como un niño. Vi fascinado cómo se hicieron
las escenas de la playa, con la cámara acuática, con el croma simulando estar
en el mar de Ceuta, y con el dron sobrevolando el drama de los amantes.
Apoteósico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario