Macho, joder,
coño
(Artículo publicado el sábado, 5 de diciembre, en periódicos de EPI PRESS)
Había que
dramatizar, enfatizar, exagerar, aprovechar los hilillos de chispeante sosería
de Mariano Rajoy para dar la
sensación de que es un tío la mar de chistoso y la mar de divertido, coño,
macho, no me digas, jajajajaj. Pero nada. Bertín
Osborne, ni puesto hasta el culo de albariño, le sacaba punta al presi,
como acabó diciéndole en un alarde de insípida camaradería. El encuentro en la
casa de Bertín, en el mismo sofá en el que habló con Pedro Sánchez –me sorprendió más Pedro, porque no me lo esperaba
así, dijo el anfitrión cuando el invitado le preguntó que quién le caía mejor-
fue tedioso, machista, antiguo, a la altura del presi. Bertín tenía que fingir
que lo que decía el invitado le hacía una gracia descomunal hasta retorcerse de
la risa. Literal.
Como cuando un
Mariano en campaña contaba que había recorrido España entera y daba cuenta de
los nombres de los lugares visitados, desde Olula del Río a Motril, desde
Huércal a Lucena, joder, joder, joder, como yo, se descoyuntaba el cantante
melódico, abriendo la boca y moviendo la cabeza mientras se carcajeaba a lo
loco. ¿En serio eso es chistoso? Más. El gallego cuenta que estudió en León, y
que uno de sus hermanos llegó a estudiar en el mismo colegio que Zapatero, “y con muy buenas notas, que
lo he visto yo, nadie me lo ha contado”. Joder, joder, joder. Bertín tirado por
el sofá. De la risa. Y aún no había tenido lugar la delirante escena de la
cocina ni habían probado el albariño. Los carcamales echaron su ratito. El
deseo de Rajoy esperando que lo conociéramos mejor se cumplió. Joder, joder,
joder, es peor de lo imaginado.
Escena de la cocina. Interior. Noche. Dos amigotes en apuros. Ay, canalla, qué atrevido. ¿Pero esto qué es? A ver si explota, cari, y nos lleva por delante. Mira que tener que poner nosotros los mejillones a cocer habiendo mujeres por ahí que seguro se están tocando la flor. |
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