Flipo
(Artículo publicado el sábado, 19 de diciembre, en diarios de EPI PRESS)
El martes que
viene termina la primera temporada de Mar
de plástico, que ven cerca de cuatro millones de espectadores en Antena 3,
otra de sus grandes ficciones. Se sabe que esa noche se resolverá el gran
misterio que ha sido el motor de la trama. ¿Quién mató a Ainhoa, la hija que
tuvo el terrateniente Juan Rueda –el acertado Pedro Casablanc, por encima de la media de los actores de la serie-
con la alcaldesa de Campoamargo? Menos mal, porque el guión empezaba a dar
vueltas, a estirarse como un chicle gastado. Desde el principio, la relación
entre los personajes de Rodolfo Sancho
–sargento de la guardia civil- y Belén
López –ingeniera agrícola- ha sido un parche, y en los últimos capítulos
empezaba a hacer aguas, pero de aluvión. Lo del rollo de Afganistán con el
marido de la ingeniera liado con los talibanes puede dar mucho
juego, pero hay que enderezar la cosa.
Como saben
quienes siguen la serie, entre los actores también están Luis Fernández, guardia civil raso, y Jesús Castro, el de ojos verdes, morros saliditos, y enamorado de
Fara, inmigrante negra. A los dos, el día que Atresmedia presentaba su nuevo
canal, Atreseries, les hacían una entrevista. Dicen “yo flipé” cuando les
preguntaron qué sintieron al saber quién fue el asesino de Ainhoa. ¿Y qué te ha
emocionado del rodaje?, preguntan al actor de “El niño”, al morritos. El calor,
dice –¿cómorr?-, y trabajar con gente que es la hostia. ¿Qué pensáis de las críticas?
Siempre va a haber críticas, dice Fernández moviendo el cuerpo y casi poniendo
los dedos así, como los raperos. Si es para hacer daño, dice Jesús, me la suda,
pero mucho, ¿eh? Aunque se la sude al chaval, sus actuaciones no difieren mucho
de las contestaciones del macarra que llevan dentro.
Es lo más. Este gesto, esa mirada, esos ojos mirando como enfadados, y ese morrito apretado es la expresión comodín del niño. Sirve para un roto y un descosido. A lo largo de los capítulos se ha ido colocando en el lugar que le corresponde. Tiene mucho que aprender Jesús Castro, que dice que las críticas no constructivas -entiéndase las malas- se la sudan. Hijo, debes de tener los huevos y el pito encharcados. |
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