Lío
(Artículo publicado el martes, 22 de diciembre, en diarios de EPI PRESS)
Tenía que haber
estado Alejandra Avenia en la sede
del PP detrás de las bambalinas para contarnos qué ocurría allí, igual que hace
en los concursos de Telecinco. Pasadas las doce de la noche me temí lo peor. O
le estaban dando collejas al líder para que saliera de una vez o sopesaron la
posibilidad de sacar un plasma con muelles para que saltara de alegría por
haber ganado las elecciones. Al final, por no soportar los pellizcos en la
curcusilla que Esperanza Aguirre le
daba a Rajoy éste salió derrochando
alegría, tal como vimos en su cara. Estaba radiante. Tanto que dio dos saltos.
Uno, y dos. Y ahí paró en seco la celebración del triunfo. Su mirada perdida y
su risa lela parecían decirle a Visi,
cielo, qué coño hacemos aquí, vámonos a casa. Fin de la cita.
La noche
electoral dio más de sí. Es la primera vez que España cierra los colegios, hace
recuento de votos, y se va a la cama sin presidente seguro. No es la primera
vez en estos últimos años que de nuevo La Sexta demuestra su poderío
informativo para vergüenza de la televisión pública, que fue vapuleada por la
privada. A Ana Pastor la premiaron
con un plató la mar de divertido. Daba vueltas, el canalla. A veces, mientras Ferreras le daba paso, pensé que se le
iba la olla al que manejaba el columpio, apretaba el botón, y convertía en un
tiovivo perverso el absurdo juguete esturreando a los analistas por el suelo. Me
fui a la cama refunfuñando. No es senadora Carmen
Lomana, por todos los dioses. Este país no tiene remedio. Menos mal que Pablo Iglesias me alegró la noche. Entendí
todo lo que dijo en su “speech” a los medios anglosajones. O su nivel de inglés
es tipo Paco Martínez Soria o en
enero le digo a mi profe que sí, que sí se puede.
Han ganado las elecciones. Y eso se nota por dentro y por fuera. ¿O es que no se ve en sus miradas desbordadas de alegría? |
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPobrecillo Rajoy, ¿y le iban a privar de salir a festejar y dar unos saltitos? ¿Y quién le iba a decir que había perdido sesenta y tantos escaños y que no iba a poder pactar con casi nadie, salvo con Ciudadanos? Es que está tan mayor que apenas ni puede dar los saltitos, qué decepción se llevó la Merkel que no sabía a quién felicitar.
ResponderEliminarQué atinado, paisano
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