El
gran Nicolás
(Artículo publicado el martes, 28 de octubre, en diarios de EPI PRESS)
El domingo, Salvados alcanzó otro hito de audiencia
con la presencia de Pablo Iglesias,
que lleva semanas convertido en gallina, en la gallina de los huevos de oro
para cadena o programa que visita. La última vez que pasó por La Sexta Noche, el debate de Iñaki López en La Sexta, al presentador
sólo le faltó ponerse de rodillas y rogarle que no se olvidara de ellos, que
las otras cadenas están muy bien, pero que en La Sexta está mejor. El duelo
matinal entre Cuatro y La Sexta es a muerte. Jesús Cintora gana muchos días el pulso contra Antonio García Ferreras. El último día que el líder de Podemos
estuvo en directo, Las mañanas de Cuatro
hicieron un 15’5% de audiencia, y Al rojo
vivo un 10%. Abundo en tanto dato para ver que sí, que hay personajes que
atraen al personal como lo dulce atrae a las hormigas. Siempre me pregunto si
acabarán empachando.
Como este país está viviendo una convulsión de magnitud diez, no hay día que no nos atragantemos con el último estupor. Los del PP están poniendo el listón altísimo. Se dice que tiene mayoría absoluta hasta en Alcalá-Meco. Eran pocos en el trullo, con carné, o allegados, y les salió un aprendiz de lobo que ha elevado la estupefacción a un nivel sólo comparable al de cualquier frase ventoseada por los mendrugos de Adán y Eva, que eleva el asombro a una categoría que roza lo sublime. Hablo de Francisco Nicolás, el gran Nicolás -¿qué es eso de pequeño?-, de 20 añitos, cara de leche, y avezado funámbulo que se movía como una anguila por los braseros del poder. El menda tiene un largo recorrido televisivo. Su carrera no ha hecho más que comenzar.
Esta imagen, que seguro que en su día pasó desapercibida, es decir, normalizada dentro de las actividades del "mejor presidente de la democracia", del faro de occidente, del gran líder supremo, refleja el modelo de sociedad que se iba implantando hasta llegar a esta descomposición sin fondo. |
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