viernes, 28 de noviembre de 2014

Maldeojos. ¿Perdón?



¿Perdón?
 (Artículo publicado el jueves, 27 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)

       Si la mujer aborta, el varón puede abusar de ella. ¿Recuerdan? Lo dijo un tipo que el otro día, tal como hemos visto en todas las televisiones, casi me hizo vomitar. De asco y rabia. Han abierto informativos y han sido tema de tertulias unos cuantos curas, con su jefe en medio, Francisco Javier Martínez, tirados panza abajo en las losetas del suelo de la catedral de Granada. Bajo su pétrea  bóveda de nervio gótico, acorralados por el escándalo del clan que husmeaba en el badajo de los muchachos, los frailunos con sus harapos blancos piden perdón en el teatro de sus misas, pero intentan esquivar la acción de la auténtica justicia, la de los jueces de toga que evitan o te mandan al calabozo. El arzobispo de Granada, acosado por los posibles delitos de sus subordinados, y en el ojo del papa Francisco, es capaz de tirarse al suelo y de bailar una jota para salvar el culo.

      Credibilidad cero, Paco. Este tipo es el que decía, cuando su empresa amparaba con descaro abusos sexuales bajo otros jefes del emporio, cuando el aire que llegaba del Vaticano olía a Juan Pablo II y la iglesia española se refocilaba en los vapores extremistas de Rouco Varela, este tipo, digo, el arzobispo de Granada, condenaba el uso del condón porque “propaga el sida”, era el tipo que pagó la edición de un libro en el que se decía que la mujer tenía que obedecer a su marido si la obligaba a hacerle una felación porque “las mamadas no son pecado si se piensa en Jesús”. ¿Recuerdan? ¿Qué hay que hacer ahora, eminente pecador, cuando tus curas son sacados de sus lujosas casas, ante un batallón de cámaras, y son llevados ante la justicia? ¿Echar la panza al suelo y rezar, cortarles los cojones? No, dejarte de payasadas y colaborar con los jueces. 

Veo a este farsante hipócrita y se me remueven las tripas. Con estas patochadas intenta pasar página, enmarañar, y dar carpetazo al posible delito de sus curillas, a los que alguien avisó con meses de antelación de que los habían denunciado... ¿Y ahora se tira al suelo pidiendo perdón? ¿Perdón de qué?


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