¿Pero tú haces cositas?
(Artículo publicado el domingo, 9 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)
A ver, entre tú
y yo, ¿todavía haces cositas? Bueno, hago lo que puedo, no me quejo. La
conversación tuvo lugar a finales de la semana pasada en el magacín de una de
las maris de la mañana. Ana Rosa Quintana,
con el labio así, apretado, y la sonrisa así, ladeada, como quien sabe que
pregunta una picardía, se dirigía a otra gran mari puri, María Teresa Campos, que ya se ha quitado el reparo y habla de su
amor, Bigote Arrocet, con la alegría
de la adolescente que cuenta sus intimidades a su mejor amiga. ¿Haces cositas?,
pregunta la bien cardada. Hago lo que puedo, responde la bien maquillada. Sin
freno, la malagueña lo ha contado todo en otros programas de su casa. Te
sorprendería lo bien conservada que está la cosa, le dijo en otro arrebato de
sinceridad entre amigas, a Jorge Javier
Vázquez. Al parecer es el precio que tiene que pagar la señora para poder
pregonar que ha escrito un libro. Pero yo mientras no vea a la Campos sentada
frente a Óscar López abriendo Página 2, ya saben, el programa de
libros de La 2, no me la tomaré en serio como escritora. Estuve al tanto por si
llevaban al programa de los domingos a Belén
Esteban para que hablara de su libro, y tampoco. Así que a seguir contando
batallas de cama para poder vender algo. Aún le quedan muchas cosas que contar.
¿Cuántas cositas hacen, cómo es la cosita del otro, aunque su cosa esté bien
conservada, qué tipo de lubricante usan antes, o lo hacen así, a lo
despatarrado y salvaje, con un brochazo de saliva? Si lo de Maritere está entre
el a mí qué me importa y no me cuentes más, que me da repelús, lo de Julio Somoano sí es urgente que nos lo
desvelen.
No tengo ni puta idea de quiénes son estos zurrupios, pero sí que están metidos en la pocilga que regenta con ahínco Mercedes Milá. Pues bien, Maritere Campos, liberal intelectual de cojones, se metió en esa cueva de zafios para promocionar su libro. Algo inaudito, imposible de juntar. ¿Cómo casar Gran Marrano con libro? |
Tócala, que agranda
¿Han echado a
Julio, el fiel servidor de Mariano Rajoy,
la niña de los ojos de Mariloli, la
dueña de TeleCospe, por no hacer las cositas bien en TVE, es decir, por no
poner el culo sin rechistar, por no hacer del todo un Telediario más infame? Seguro que sí, que a un pelele no lo quitan
así porque sí para poner a otro. Como saben, aunque la propia TVE ha informado
de algo tan importante como si no fuera con ella, como si poner a un presidente
porque el que había se largó dando un portazo fuera cosita menor, una de las
primeras medidas de José Antonio Sánchez
ha sido cambiar la cosita de Julio Somoano por la de José Antonio Álvarez Gundín. Si el presidente del Gobierno, quizá
una de las criaturas más fantasmales del país, despacha la corrupción en su
partido llamándola “algunas cosas”, cómo no llamar cosita a lo que hace el
presidente de la Corporación RTVE, que echa a un trasto viejo y agotado a la
calle y pone a Gundín, nada menos que subdirector de La Razón, un Paco Marhuenda en calvo, en menos
folclórico, es decir, en más implacable. El año que queda antes de las generales
va a ser de traca. Las cositas que veremos en los informativos nos pondrán la
cosa de un humor salvaje. De hecho, mientras en otras cadenas, como tiene que
ser, la corrupción, la rabia, y las encuestas que hablan de cambio de ciclo
ocupan espacios de privilegio en informativos, tertulias, y programas de todo
tipo, en TVE apenas tienen cabida más allá de una cita rápida donde se habla de
puntillas de Francisco Granados y su
tropa. Eso sí, el tema Paco Nicolás,
el nene que tiene fotos con todo el mundo, desde el rey hasta el último ujier,
sirve de asunto estrella para despistar y desengrasar porque en el fondo esta
perla de la pillería es tratada en clave chistosa. La cosita del gran Nicolás no
está ni mucho menos agotada por muy trillada que esté. Es más, aventuro en plan
Sandro Rey ¿sí? que cuanto más le
toquen la cosita más grande se la ponen, como es obvio.
Este señor, José Antonio Álvarez Gundín, es el nuevo director de informativos de TVE, que ocupa el lugar de un servil amortizado como Julio Somoano. A un año de las elecciones generales hay que echar el resto, sin complejos, a por todas, sin medias tintas. Este activo servil, hasta hace dos horas subdirector de La Razón, trabajará a destajo para que casi nada perturbe al PP, al Gobierno, desde la tele pública. |
Killer Karaoke
Como no pueden
pillarlo a él, por ahora, porque el nene se hace el desaparecido, Nacho Abad, el encargado de este
negociado en Espejo público, pilló a Isabel Mateos, más conocida en el mundo
de la farra periodística como La
Pechotes, y consiguió una “de las exclusivas más buscadas hoy en día en la
profesión”. Este es el nivel. A la señorita Mateos seguro que la están tentando
para que, al tiempo que habla del gran Nicolás, enseñe sus ubres –generosas-
por un buen fajo de billetes. Periodismo de investigación, copón, al servicio de un tiempo de verracos.
¿En qué estancia te gusta hacerlo, o dicho de otro modo, en qué estancia te
gusta copular?, preguntó Manel Fuentes
a Mónica Naranjo en Los viernes al show la semana pasada. En
el cuarto de baño, respondió la cantante. ¿En el cuarto de baño, y eso?, amplió
la investigación el Premio Ondas Arturo Valls. Huy, porque cuando
terminas se queda todo limpito, razonó la jurado de Tu cara me suena, con las cositas perfumadas y eso. A otro
invitado, al torero Manuel Díaz el
Cordobés, le preguntan en el mismo programa si ha recibido alguna vez un
pitonazo en la cosita. Bueno, en la
cosita, cosita, no, pero cerca, dijo. En otro programa estrenado esta misma
semana en Cuatro, Killer Karaoke, con
Florentino Fernández y Patricia Conde como manijeros del
plató, la cosa llegó hasta la misma cosa. El programa es un festival de pruebas
que rozan la tortura mientras el concursante, pase lo que pase, tiene que
seguir cantando. O sea, un karaoke a lo bestia. Te pueden dar descargas
eléctricas, te pueden montar en una plataforma mecánica que cada vez gira más
fuerte hasta que la fuerza centrífuga te expulsa y te tira al suelo, te pueden poner
frente a un micrófono que te echa potentes chorros de agua en la cara, o te
pueden meter en una cubeta de agua llena de serpientes que, juguetonas,
exploran lo que encuentran pero, como grita una voz, pase lo que pase tienes
que seguir cantando. A María, una de
las concursantes, se le metió una bicha por la cosita, y así es muy difícil
cantar. Digo yo. Termino como empecé, con Maritere Campos, que entra a Gran Marrano a hablar de su libro. Hay
que estar muy abierta en cuestiones de guarrerías intelectuales para atreverse
a tanto. Libros y Gran Marrano sólo
puede ser cosa de perversión sexual. O sea que sí, que la cosita de Maritere
está espléndida.
Sí, es lo que parece. Y así no hay manera. ¿Cómo cantar con una bicha que se te va metiendo en el chichi? Es una imagen de Killer Karaoke, que presenta en Cuatro Patricia Conde y Florentino Fernández. |
La guinda
Entre lágrimas
El martes por la
noche cerró el karaoke de barrio de Vive
cantando donde acudía la gente a aliviarse de sus miserias. Vive cantado tuvo en su primera
temporada, estrenada en Antena 3, cifras estupendas. Pero la serie de María Castro fue perdiendo fuelle hasta
llegar a esta agónica segunda temporada. No era una serie de primera, pero
tenía su puntito. Y como María llora tan bien, así acabó todo, con la chispa de
sus lágrimas.
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