Adiós, Toñi
(Artículo publicado el domingo, 23 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)
Se va, la Toñi
se va. O, bueno, la echan. Dicho sin mala ostia, Toñi Moreno o, como lo diría Felipe
González, la señorona de la política, sin acritú, Toñi, aunque yo no tengo
sus morros. Ni su morro, dicho sea a la carrerilla. Se va, la Toñi se va. O la
echan. El día 28 se acaba el turrón. Lo que pasa es que la Toñi, siendo mucho,
es poco. Es poco porque la Toñi no se va sola. Se va todo un equipo de gente.
Un granito de arena en la estadística del triunfo del Gobierno, pero un tsunami
para ese puñado de trabajadores que se van al paro. Mucha gente. Pero como la
Toñi es la cabeza visible del equipo, palos a ella. Lo que pasa es que T con T, siendo la otra cabeza, es la
consecuencia pero no la causa de la despedida. Claro que a estas alturas muchos
lectores se preguntarán de qué hablo. Lo digo porque muchos se preguntarán,
espantados por tan gran hazaña, si es que la Toñi ha resucitado, creyéndola muerta
catódica desde los tiempos de la infamia de Entre
todos, barrida por la ola de aquel espectáculo indecente cuando, al fin,
TVE decidió quitárselo de encima como un acto de arrojo y repentina dignidad. Pues
no, hay que decir a los despistados. Toñi Moreno no se fue. Reconvirtieron su
gracejo para hacer un festival miserable de la desgracia ajena en T con T, un magacín vespertino que no
iba ni venía, que no daba frío ni calor, que se iba de jarana mientras la tarde
en otras cadenas arde o en buenas producciones –ahí están Amar es para siempre y la excelente El secreto de Puente Viejo, que no sólo no pierde pulso sino que lo
gana, con guiones muy vivos y actuaciones de primera- o en buenas revistas de
actualidad, digo de actualidad, no de actualidad inventada para enmascarar la
actualidad, creo que me explico. Y ya no. Ya es difícil que te compren tocino
por jamón.
La señora Toñi Moreno tiene el gracejo necesario para hacer un festival diario, y en verdad que en T con T lo ha dado todo,
pero su casa, TVE, es una ruina, y como no ha cumplido las
espectativas, zas, en toa la boca, la Toñi fuera. Es verdad que T con T
es un producto insulso, pero también que al estar en una cadena
irrelevante como hoy es La 1, por mucho dolor que sienta uno, pues que
da igual lo que haga, oiga....
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Errores de bulto
Detrás de ese
descontrol, de estos arranques de caballo y paradas de rocino trasquilado está
la dirección de TVE, con nombres y apellidos. Los responsables han sido Ignacio Corrales, en tiempos de Leopoldo González-Echenique, por estar
más pendientes del palacio de La Moncloa que de los espectadores, y ahora los
nuevos. Sí, los nuevos. Se me dirá que llevan unas horas, que José Antonio Sánchez como capo de la
Corporación RTVE acaba de poner el culo en el sillón, y que José Ramón Díez, al frente de TVE desde
el verano, está aterrizando. Sin embargo han sido rápidos para retirar al
gastado, vapuleado y exprimido Julio
Somoano como director de informativos
y poner a un tipo que, como David
Bisbal o cualquier pilingui de las que asoman su jeta por el bozo de los
edredones de Telecinco, está dispuesto a darlo todo por el PP, por Mariano Rajoy, y por Madame Cospedal. Señoras, señores,
quieto todo el mundo, llega José Antonio
Álvarez Gundín. Tan ensimismados han estado y están en mamarle el tuétano
al PP para defenderlo de la realidad y de sus trapacerías que se han olvidado
del resto, y así va la televisión pública, de retirada. Hay días que se queda
la quinta en audiencia, superada por cadenas cuya juventud es un insulto. La
audiencia por la audiencia no es la lucha en la que uno quiere ver a TVE, pero duele
cuando eso se debe a una parrilla gris, insulsa, babosa, sin empuje, una cadena
sumida en la bancarrota de ideas, irrelevante como referente informativo pero
con el lastre rebosante de un descrédito y rechazo como jamás se vio en la tele
pública. ¿Cómo explicar que Pablo
Iglesias, por poner un ejemplo que clama al cielo de las tablas de la ley
periodística, aún no haya pisado un plató de La 1? Es tan raro en esa casa que
cuando hablan de él lo presentan como secretario general del PSOE –Telediario de La 1- y de Izquierda Unida
–en La 2-. ¿Simple error? Tal vez. Pero tan esclarecedor que retrata la
descomposición del medio.
No lo dudo, el letrero de arriba con el que La 1 presentaba al líder de Podemos es un error. Faltaría más. Pero responde a la falta de costumbre, responde al veto que este partido tiene en la pública, responde al deterioro de unos informativos que se diluyen, como la cadena, en una irrelevancia dolorosa. |
A Curri, ni tocarla
Otro ejemplo se
suma a ese descascarillado, a ese pus que sin remedio sale por los poros de la
casa y surge en cuanto hay ocasión, y tuvo lugar para asombro de la audiencia
el miércoles de esta semana por la mañana. Se emitía Los desayunos de TVE, ya saben, la tertulia matinal que se mantuvo
de la etapa anterior, cuando la moderaban Pepa
Bueno o Ana Pastor. El invitado
era el presidente de Cepyme, Antonio
Garamendi, que fue invitado con la premura que merece alguien de primera
actualidad, y este empresario recién subido al podio de los medianos
empresarios llegó al programa a los dos días de ser nombrado. Sin embargo, el
secretario general de Podemos fue nombrado hace más, muchos más días, y Pablo
Iglesias ni ha estado ni se le espera. Me centro. Transcurría la tertulia con
normalidad. Uno de los asuntos del sumario era hablar de las prospecciones que
hace Repsol en Canarias. Tomó la palabra Anabel
Díez, de El País, en contra de las mismas, luego Pilar Gómez, de La Razón, a favor, y por último Curri Valenzuela, que representa a los
medios más a la derecha y por supuesto a favor de las prospecciones y de todo,
todito todo lo que diga, haga, calle, u oculte el Gobierno –vamos, un ejemplo
de equilibrio ideológico en esta tertulia de la tele pública-. Curri Valenzuela
tomó la palabra, y al cabo de unos minutos, a la moderadora le pareció que
llevaba demasiado tiempo hablando. Tenemos prisa, Curri, que coges la pelota y
no la sueltas, le dijo María Casado con humor. Pero hete aquí que a doña Curri
no le gustó la observación. Sólo me cortas a mí, contestó, a las demás las
dejas hablar. A partir de ahí, mal rollo. ¿Alguien le regañó por el pinganillo
a María por hacer de moderadora, por distribuir los tiempos? Huy, huy. Hay que
decir que el programa lo dirige Ignacio
García Mostazo, nombrado por Julio
Somoano, director de informativos ya destituido, que a su vez fichó a
Curri. Fue todo tan desproporcionado, tan fuera de lugar, tanto la reacción de
la colaboradora como la posterior de la moderadora, que ahí huele a cosa sucia.
Así que la marcha de la Toñi forma parte de un tinglado más complejo, más
enrarecido, más clientelar, más sórdido y descompuesto. Pobre TVE.
Lo vi en directo. Y de verdad que no fue para tanto. Es más, María Casado llamó la atención de una colaboradora, como moderadora que es de Los desayunos, con fineza, elegancia, tacto, y hasta con humor, pero hete aquí que la señora Curri Valenzuela, que su dios la ampare, se molestó. ¿Qué pasó hasta ver a la moderadora hecha un ovillo de sentimientos pidiendo perdón a la tertuliana por hacer su trabajo, que es moderar tiempos y asuntos? Lo siento, pero sólo veo lo que veo, que esa casa es una ruina en manos clientelares, en manos partidistas, y los del TDT Party de algo más que derechas, van de sobrados. |
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