Premios
LFP
(Artículo publicado el sábado, 1 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)
Para los que no
lo sabemos, traduzco. LFP es Liga de Fútbol Profesional. Para los que no lo
sabíamos, lo digo. La LFP tiene de todo, además de chicos en paños menores. Por
tener, tiene hasta unos Premios LFP. Al parecer los dan cada año, pero uno,
lego en esto como un zoquete de los que mete Cuatro en Adán y Eva y Telecinco en cualquiera de sus pudrideros, ha sido
consciente de ellos porque al presentarlos Eva
Hache consideró que el humor llegaba al fútbol. La gala de este año no la
vi, que mi responsabilidad para que esta columna tenga el vibrante interés de
la actualidad acaba cuando peligran zonas de interés personal, pero sí he visto
vídeos sueltos, y sí he prestado atención a su efecto. ¿Tienen sentido del
humor los futbolistas, así a mogollón, todos en el mismo saco, del mismo modo
que cuando se habla de los políticos –todos corruptos-, o los toreros?
Viendo la gala
de los Premios de la LFP, que emitió La Sexta, no. Aquello parecía un
camposanto –qué bien traído, coño, en estas fechas-. Eva Hache se esforzaba en
hilar frases ingeniosas con los premiados –de Cristiano Ronaldo dijo que era el hombre que más veces había visto
en calzoncillos, pero un viento gélido recorrió el graderío, de un tal Simeone dijo, mira, un entrenador del
Atleti que ha ganado una Liga, pero sólo levantó miradas desnortadas de
estupor, sonrisas que no sabían si iban o venían- pero el gentío de hombres
trajeados parecía de yeso, impasible, incapaz de relajarse, como si eso del
humor no tuviera cabida en su negocio. Me recordaba a ese trasnochado mundo de
caballeros altivos, patéticos y cortitos, del toreo. Seguro que no es así, y es
una gente que gasta alegre su fortuna. O que Eva Hache conoce el fútbol lo que
yo.
No tengo ni idea, la verdad. Pero creo que la señora de la foto es novia del futbolista que está a su lado, y creo que durante la gala de entrega de los premios de la Liga de Fútbol Profesional, la esfinge y el resto de héroes de la yerba no acabaron de entender el humor de la presentadora del evento, Eva Hache, o quizá sí, pero a esta fauna le pasa como a la del toreo, que en público no pueden perder la compostura, ese ridículo sentido de la dignidad que aqueja a tanto capullo, sea del mundo del balón o del sórdido mundo de la tortura animal. |
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