Puto
país
(Artículo publicado el martes, 25 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)
Uno de los
platos fuertes de Un tiempo nuevo, en
la tele de Belén Esteban, tratando
de hacerle sombra a La Sexta Noche,
fue Mariló Montero, presentadora
bocazas e inepta de un programa en la tele pública. La excusa es que ha escrito
un libro. La realidad es que la dirección del programa esperaba que soltara
alguna de sus estupideces. El teatro montado en torno a semejante eminencia
explica muy bien que tipo de país tenemos. Respiramos en un país que se toma la
cultura a cuchufleta, que difunde símbolos que representan el revés de la
cultura porque es un pecado unir publicado, libro, y Mariló. La tele va a lo
suyo, y le importa una mierda el libro de Mariló, los libros en general, y si
hablamos de Telecinco, por dios, no sean tan atrevidos.
Pero esta
sociedad está montada así. Anoche, si no hubo problema o espantada de última hora,
a semejante lumbrera con su libro a cuestas la presentó en el Club Siglo XXI de
Madrid Esperanza Aguirre y Joaquín Leguina, dos ex presidentes autonómicos.
Me resulta todo tan sucio, tan amañado, tan impropio, y a la vez estos saraos
se entienden tan bien, encajan como encaja la presencia de Montero en la tele
nacional, forman parte del mismo negocio, que se convierten en espejos ni
siquiera deformados de la realidad sino fieles a esa realidad que, de tan
definida y clara, parece irreal. La cultura como espectáculo, la política como
espectáculo, Francisco Nicolás
perseguido y conseguido como trofeo mediático, seguro que con decenas de
editores llamando a su puerta para que escriba uno, cinco libros. ¿Que no sabe
escribir? Qué importa eso en este puto país.
La intelectual Mariló Montero, escritora por la gracia de Dior y su primo Gucci, ejerciendo labores propias de tal eminencia y en el lugar al que todos los escritores del mundo mundial anhelan ir, a Telecinco, la cadena de referencia cultural donde defecan, vomitan, exudan, crecen y se reproducen especies como las nacidas en Gran Marrano, Sálvame, o Mujeres y hombres... |
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