Sus 84.000
euros, señoría
(Artículo publicado el domingo, 27 de abril, en diarios de EPI PRESS)
Confirmado.
Jorge Javier Vázquez se presenta a
las elecciones del Parlamento Europeo defendiendo una candidatura tan novedosa
como popular, mucho más que la de Cañete,
popular hasta decir basta. Basta. Viene esto a cuento de la zozobra que se creó
hace 14 días exactos cuando se descubrió en el mundo académico, desgarrándose
el velo del templo justo cuando Cristo y los suyos celebraban lo más apasionante
de la semana de las saetas, los nazarenos, y la masa que lo mismo consume
palomitas que vírgenes dolorosas, que Lydia
Lozano, sí, la doctora Lozano, y según el prestigioso Mundo Today, diario
de máxima credibilidad, había copiado parte de su tesis doctoral. Oh. Escribo
esto y mancho de lágrimas el teclado. Qué golpe. Yo mismo disfruté leyendo
hasta las tantas de la madrugada su estudio sobre “Especies raras de hormigas
sobre el género Lasius en España” y no sobre “Análisis hermenéutico del Poema
de Parménides: una revisión holística de la Vía de la Verdad”, como dice el diario,
que un fallo lo tiene cualquiera, y si falla el Today ¿cómo no va a fallar, un
poquito, la doctora Lozano? Aún así, y han hecho muy requetebién, la candidatura
sigue adelante. La campaña que en breve comenzará Mediaset apoyando a sus candidatos
hará época. Que tiemble Elena Valenciano,
a la que tal vez, extemporánea y chocha, la apoye Pilar Bardem, y yo qué sé, puede que hasta la lésbica Penélope Cruz –no me digan que no han
visto el vídeo de Pe anunciando un refresco de burbujas en el que, seductora,
de mirada húmeda, se acera a una jovencita como queriendo comérsela, y luego,
sin rozarla, coge la botella de la barra donde está la joven y pregunta, ¿qué
creíais?-.
Paquirrín y el PP
El cabeza de
candidatura no va solo, claro. Cuenta con el apoyo de la pensadora Rosa Benito, mi debilidad, enloquecida
ahora porque su martirio, Amador
Mohedano, otra cumbre de la investigación en este país de chotas, se ha ido
en calzón corto a Honduras con las barracudas, dando un portazo a los políticos.
La tía, la Benito, la eminencia, abra la boca o la cierre, se hace con el culo
un 20% de audiencia. Aún no sé si el público, al que llaman soberano, igual que
lo hacen los políticos, adora a la cuñada de la Jurado o la odia. Eso a Sálvame
le da igual. La tía hace un 20% de audiencia con el culo. Es lo que importa. A
los políticos, igual. Como sabemos, estas semanas, y de aquí hasta casi un mes,
nos queda un mes de promesas, de amenazas y de advertirnos del fin del mundo si
no les hacemos caso. Si a Telecinco le da igual que alguien tan anodino,
absurdo, y fatuo como Rosa Benito haga un 20%, pero que lo haga, al PP le da
igual que otra eminencia del mundo del polígono como Paqurrín declare que vota al PP, es más, estará encantado porque
este ceporro influye en miles de mariposas de la noche. Que tengan o no cerebro
es lo de menos. Si volvemos a la gran Lydia, que va segunda en la candidatura por
el partido de Mediaset, seguro que pasará el escollo de ese resbalón por
haberla pillado copiando su tesis de Internet, como hacen tantos cargos
públicos en Rusia, donde si no tienes un doctorado, copiado o no, eres un
soplagaitas bebedor de vodka esquinero.
Si Ana Rosa sigue ahí, por qué Lydia
no va a estar allí.
Lobbies y depredadores
Valga la broma
de la candidatura de Mediaset para decir que podía ser. Con 15.000 firmas,
presentadas desde el 16 al 21 de abril, cualquier formación podía aspirar a
tener un cabeza de lista ocupando un escaño en cualquiera de sus sedes a, más o
menos, un sueldo por culo asentado de 84.000 euros. No creo que Lydia gane
tanto, pero aunque lo gane, seguro que no tendría que ofrecerse cada cierto
tiempo al resto de la bancada como carne descompuesta. Una bicoca a la que
cualquiera quiere aspirar. Fíjense en el ya ex presidente de la Región de
Murcia, el popular Ramón Luis Valcárcel.
Ha dejado su tierra en barbecho, hundida como un barco a la deriva, pero el
tipo, con un par de cojones, declaró que dejaba el cargo de presidente –para repantigarse
en el escaño dorado- sin rencor. ¿Sin rencor? Arriba la Esteban, murcianos. Si
un desastre así tiene una recompensa como esa, no me extraña que haya
formaciones que por estar allí ma-ten. ¿Les parecía rara la candidatura encabezada
por Jorge Javier? Pues hay otras, sin entrar en más detalles, que quieren
romper la baraja del bipartidismo como el Podemos de Pablo Iglesias, el Movimiento Red de el ex juez Elpidio Silva, el Vox de Alejo Vidal-Cuadras, o el Partido
Animalista Contra el Maltrato Animal , Recortes Cero, o el Partido X. No sé, y
creo que ni me importa, cómo llevará las gestiones Ana Pastor para tener a las estrellas del PP y PSOE en el plató de El objetivo. Si las consigue será un
tostón de programa, salvo que Cañete lleve yogures caducados, se los zampe ante
las cámaras, o cuente otra vez el chiste de la ducha de agua fría para ahorrar
energía. Si un tipo así, tan simple, es cabeza de cartel, Miguel Ángel Silvestre, el de Velvet,
hace un apaño con sus colegas y es la sensación en Bruselas. Los políticos
profesionales, que estos días meten gas a sus carreras, saben que al electorado
le falta gasolina, que la tele los trata como relleno de informativos, que como
espectáculo no interesan, que duermen a las fieras, y que la gente, en estas
elecciones pasa de todo, dato, por otra parte, que se la sopla porque se van a
sentir legitimados de igual forma –recordemos que hay en juego, entre unas
tontunas y otras, entre privilegios y marimorenas, cerca de 100.000 euros-.
¿Qué tal si el PP contrata a Paqurrín como DJ llevando como telonero a Cañete,
y el PSOE hace lo propio con Bosé, y
por dios, que acuda con su tropa de hijos, que actuaría después de Valenciano?
Así las cosas, que Mediaset presente una candidatura no es tan descabellado.
Tampoco solucionaría nuestros problemas, pero tendríamos asegurado el espectáculo
sin tener que aguantar a soplagaitas en manos de lobbies y depredadores
económicos.
La
guinda
Dani Rovira
Empezó
haciendo monólogos con su acento malagueño en Paramount Comedy, luego saltó con
su chispa a otros programas como colaborador hasta que pasó a la interpretación
–B&B, de boca en boca,
Telecinco-, y, sobre todo, al cine, en Ocho
apellidos vascos. Es el actor de moda al que todas las cadenas llaman. Y
hasta se engancha con Esperanza Aguirre
a cuenta de las chochadas de la “sexagenaria” del PP.
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