Maldeojos. La madrina y las uvas

La madrina y las uvas

(Artículo publicado el m,artes, 31 de diciembre, en diarios de Editorial Prensa Ibérica)

      

       Esta noche saldrán al balcón los cocineros de MasterChef Pepe Rodríguez y Jordi Cruz. Al lado, la espigada Anne Igartiburu, que lo sepáis, corazones. Ella es la maestra, los demás, aprendices. La única justificación que encontraría para llamar a Pepe Rodríguez es que TVE asegurara que sí, que veremos a Pepe comerse las uvas como sólo él abre la boca para comerse lo que tiene delante. Creo que es la primera vez que meten a tres en el balcón. Podían haber hecho un esfuerzo para redondear la noche. No se entiende que no cuenten con Toñi Moreno, la gritona de Entre todos, la reina del drama ajeno como entretenimiento colectivo. Lo digo porque es la mujer de moda en la pública. Además de su vulgar manera de presentar,  La Toñi es requerida para otros menesteres.

      Hace unos días fue protagonista inocente de un gag en la gala de los ídem y supo poner roja a la finísima Igartiburu con sus toscas maneras –¿qué tengo?, gritó tratando de parodiarse con una gracia que nadie entendió porque apenas le contestaron, saliendo al paso Igartiburu, que desganada dijo, llamada-. Ayer fue madrina del partido Champions for Live, partido entre conocidas estrellas de la Liga Profesional que emitió La 1. Lo recaudado irá a Unicef. Y aquí sí, en mitad del campo, dando la primera patada, sí la veo. Lástima que TVE no la llamara esta noche para hacer de las suyas. ¿Se imaginan que uno de sus pingos tirara el cava, las copas, desgarrara el escote de Anne y, entre todos, hicieran de las campanadas y las uvas un espectáculo tan bufo como merecemos? 

Eso pasaba anoche, cuando de nuevo se echaba atrás un año como viene siendo habitual, pabernos matao. Qué pena que TVE no hubiera obligado a Pepe Rodríguez, por contrato, a abrir la boca para comerse las uvas como sólo él se come lo que pilla por delante, y a Toñi Moreno a estar en el balcón para dar un salto de chota y llevarse por delante el cava, la pajarita de Jordi Cruz y el escote de la muñeca Igartiburu, ay, que me troncho, corazones.