El
andaluz como chiste
(Artículo publicado el sábado, día 4 de enero, en periódicos de Editorial Prensa Ibérica)
César, qué bueno de volver a TVE, le dice Jorge Cadaval al moranco César
justo en el segundo seis del especial de Nochevieja La puerta del tiempo. ¿Qué bueno de volver? Eso está mal dicho,
pero son minucias lingüísticas que algunos sevillanos lo llevan en la masa de
la sangre, como el arte que no se puede aguantar por la gloria de sus madres, y
tal. Pero la cosa podía ir a peor. Y fue. En el minuto 1 y 19 segundos,
apareció Mariló Montero
interpretándose a sí misma pero con su miaja de gracia andaluza, que para eso
tuvo de marido a Carlos Herrera, un
almeriense con una gracia de las de revolcarte en purines. ¿Tú me “ve” a mí
cara de guía de TVE, mi vida?, respondió a los hermanos, que buscaban por los
pasillos el plató de Nochevieja. No, mi arma, se dijo ella misma acabando la
frase con un golpe de melena estilo tonadillera para turistas.
Los Cadaval atraviesan la puerta del tiempo y empieza de verdad el
especial que, aunque les cuesta, a veces no echa mano del arquetipo andaluz.
Hay buenos gags, como el del atraco de los banqueros a los clientes, retrato
hilarante y fiel de lo que todos conocemos. Y hay otros que no lo fueron tanto,
como el de Rosarillo haciendo de
Rosarillo en La Voz. En el resto,
todo se dice “en andaluz”, ese cargante soniquete cuando se usa de forma
exagerada porque el efecto parece más tronchante. Pero si este artículo va
destacando lo negativo de este programa, sería injusto no mencionar la terrible
banda sonora de risas grabadas, y con un volumen tan estridente que se comía al
andaluz de pacotilla. ¿Qué dise, mi arma, ojú, que no sentiende ná? Tú ríe y
calla, joío.
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