Por
favor, magos
(Columna publicada el sábado, 21 de setiembre, en diarios de Editorial Prensa Ibérica)
Magia potagia. ¿Recuerdan? Son palabras talismán que nos remiten a
Juan Tamariz, y que sin querer
decimos casi seguidas. Hizo bien Por arte
de magia, el programa de la noche del viernes de Antena 3, en invitar al
mago de magos con magias familiares, sin grandes alardes escénicos, sin trucos
truculentos, sin escudarse en montajes apabullantes pensados para plazas de
toros, nada de eso, el mago Tamariz te lía
ante tus ojos, a un metro, y a un metro te tumba la razón y te lleva por
los caminos no trillados de la bella sin razón, que así es la magia, lo que no
tiene aparente explicación razonada aunque tú sabes que te la están metiendo
doblada, perdonen la expresión. Esa es la grandeza de los magos e ilusionistas.
Por eso siempre me pareció un despropósito de esquiroles aquello que presentaba
Roberto Brasero llamado Magia sin secretos.
Es una contradicción. O tiene secretos, o no es magia. En Por arte de magia hay magia, y de la
buena, la que hacen Jorge Blass, Yunke, y Luis de Matos, cargados de secretos que, si los desvelaran
diríamos, claro, cómo no se me había ocurrido. La magia es lo más lógico del
mundo. Lo que hacen estos magos es la parte buena, incluso aceptando que echen
mano de famosos para aleccionarlos como magos –Jorge Sanz, María Esteve,
Juan José Ballesta…-, otra cosa es
el jurado, con Alaska, el soso Piedrahita, la inverosímil Almudena Cid, y el chistoso Santi Rodríguez. No sólo son un
estorbo. Restan ritmo sus chorradas sin magia, chispa, gracia, ni sentido. Y
por favor, por favor, ¿podrán hacer la magia de quitar de mi vista a Pitingo?
...y qué decir de este señor que lleva por nombre Pitingo. ¿Será posible la magia de apartarlo del programa? |
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