Espinete,
¿existe Íker?
(Artículo publicado el domingo, 11 de diciembre, en diarios de EPI PRESS)
De nuevo, el
clon supera al original. Raúl Pérez
es un Himalaya, la nueva cumbre de los imitadores patrios. ¿Dónde estaba este
tipo? No lo conocía hasta que lo vi una noche en plena forma en Late Motiv haciendo de Antonio García Ferreras mejor que el
tal porque el imitador descubre cosas, al acentuarlas, que se nos escapan del primigenio.
Es tronchante. El clon Ruiz supera de nuevo al original Íker Jiménez, tan fácil de parodiar con su boquita así, pequeña,
entumida, y sus ojos así, redondos, achicados, para darle misterio al misterio,
y su frente así, ancha, despejada, para que su pelo al fondo, casi a mitad de
cráneo, parezca una corona inquietante, por supuesto oscura y misteriosa, y su
nariz, su nariz de águila imperial, mastodóntica, sideral, estratosférica,
visible desde el espacio, y alguien tendrá que explicar por qué, otee el
horizonte y su plaga de hechos, cosas, personas, espíritus, ectoplasmas y
fantasmas que nunca encontraron una puta y razonada explicación. Joder, Íker,
vamos, tú puedes. El trabajo se te acumula, y eso que Cuatro no sólo te da, os
da a Carmen y a ti, la noche inquietante del domingo subidos a la proa azotada
por los vientos de la nave del misterio, como los tortolitos del Titanic, sino
que has engatusado a tus jefes con la majadería de Cuarto milenio Zoom y os han dado la tarde. Qué grande eres,
canalla. Y Carmen Porter, tu Carmen,
otra campeona. Los de Sálvame ocupan
la tarde, la noche, el día, la madrugada, la semana y el fin de semana, y se
dejan la vida en el plató de Telecinco. Hacéis bien en colonizar poco a poco la
parrilla de Cuatro. Cuarto milenio, Cuarto milenio Zoom, Cuarto milenio y mitad, Cuarto milenio de luxe,
Cuarto milenio de trapillo. ¿Qué me
decís? Hay pocos programas de humor, jolines, y para eso estáis vosotros. Y lo
hacéis genial, de verdad os lo digo. Lo hacéis tan bien cuando habláis de, por
ejemplo, asesinar por no dormir, el sonambulismo extremo, el ser que cayó del
sol en Francia, o una sombra no me deja abrir la puerta, que tenéis los santos
cojones de no reíros ni un poquito.
Riqui, riqui, riqui
Hay que tener
más templanza que Mariano Rajoy
cuando ve entrar a La generala con la escopeta al hombro a la reunión de
ministros, para decir un sumario como el que os salió el domingo pasado donde
no faltó de ná. Hasta andaban buscando a un ángel, tal como les cuento, que
“guió, ayudó, y desapareció”. Dicen estos liantes del misterio, estos farsantes
de lo oculto y la superchería, que un niño, o sea, un ángel para estos enormes
guionistas, fue faro para los rescatadores de los posibles sobrevivientes del
accidente de avión en la selva colombiana, entre cuyos pasajeros iba el equipo
del Chapecoense. Y de ahí, sin condón ni vaselina, a husmear en la mojama
revolucionaria de Fidel Castro
porque, además de con sociedades secretas como los ilumínati, “hay cierta
documentación que revela que era un agente de la CIA”. Señales extraterrestres,
fenómenos paranormales, exorcismos, ovnis, fauna misteriosa, misterios 4.0, y
lo último en el ranquin del pitorreo, de la francachela, de la burla, del
choteo y la jarana del matrimonio más acojonante de la pantalla. Se habla mucho
de Íker Jiménez pero nos olvidamos con frecuencia, y con injusta desmemoria, de
Carmen Porter, que para mí es total. A esta pareja, los Ferreras-Pastor del
misterio y lo paranormal, me gustaría verla en casa, cuando no trabajan. Yo
creo que se parten el culo. De verdad. No puede ser de otra manera. Yo creo,
como hacen los del PP, ahora sin disimulo, que cada día dan un paso más en sus
majaderías por ver si cuela, y cuelan, cielo, la gente se lo traga, amor, esto
es la bomba, como los del PP, que por muchas fechorías que hagan, nada, la
gente los vota a espuertas, y ellos se parten el lomo por las esquinas y
piensan en la próxima barbaridad a ver si cuela, y cuela, Soraya, cuela, me meo. Vuelvo a la nave del lío y el misterio. Contaba
Carmen la otra noche, con su cargamento de abalorios y joyas de la buena
suerte, y más seria que un ajo, que en Cancún hay un fantasma que hace pesas en
uno de sus parques. No esturreen todavía la saliva, que Carmen lo cuenta así.
Así he titulado Mundo insólito, fantasma gimnasta, dice la copresentadora, y es
que en Cancún, en un parque de niños, de repente la máquina, ella sola, riqui,
riqui, riqui. Y Carmen acompaña el sonido, riqui, riqui, riqui, moviendo sus
brazos como lo hace la gente que esquía o como hacemos cuando queremos decir
que anoche tuvimos juerga de cama y nos pasamos las horas dándole al riqui,
riqui, riqui. Me troncho, colega, me troncho.
El pene de Ghana
Escuchadme,
amiguitos. Seguro que os interesa la siguiente historia. Encaja como un condón
apretadito, que viene al pelo, en la sección de Carmen, en su mundo insólito.
Te garantizo que podrás seguir diciendo riqui, riqui, riqui como una reina.
Verás, resulta que en Ghana el obispo Daniel
Obinim dice que fue agraciado con poderes especiales y si quieres, con sólo
tocarte, como aquí hacen el papa o los curas santos, te puede alargar el pene o
agrandarte las tetas. Vamos, que el menda le da a la carne y al pescado. Pone a
los fieles en fila, les toca el manubrio, y lo bendice para que la cosa llegue
a un tamaño considerable. Toma, Carmen, eso sí que es un mundo insólito. Riqui,
riqui, riqui. Os propongo otro misterio. Lo desvelaba, aunque no explicaba, en Late Motiv, Andréu Buenafuente. Tiene que ver con Camilo Sesto. Qué miedo tú, decía Andréu. Pero no sólo si te lo
encuentras de noche, no. De día también. Ponen unas imágenes recientes de
Camilo y sí, acojonan, con esos labios a lo Carmen de Mairena. Dice Andréu que Camilo se está
“tucaramesuenizando, y es verdad, el tipo es clavado a alguien que no es él,
maquillado de él. Llegados a este punto lo que de verdad habría que preguntarse,
sabiendo que Espinete no existe –La
1, los domingos, con Javier Aldán-
es si existe Íker Jiménez, o es un muñeco, un extraterrestre, o el fantasma que
le hace a Carmen Porter por las noches riqui, riqui, riqui mientras se ríen a
carcajada limpia de sus fieles en Cuarto
Milenio.
La guinda
Otra menos
Los de Sálvame se están quedando helados, tiritando. Tengo entendido que a
la gatera se le ha ido otra estrella. Primero fue la absurda Rosa Benito, esa dama de la ignorancia
arrogante, luego la patética Raquel
Bollo, ese bocado de inmunda necedad, y ahora, por la puerta de atrás, Karmele Marchante, que dice haber
abandonado la cloaca sin más, sin despedidas ni arrumacos. La fábrica de
purines no para. Nadie las echará de menos.
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