Malas energías
(Artículo publicado el sábado, 10 de diciembre, en diarios de EPI PRESS)
Mira, de verdad,
que ya está bien, hombre, vamos, vamos. ¿Habla Paco Marhuenda si se siente acorralado y trata de escaparse con su
ya conocido latiguillo, mira, de verdad, ya está bien, por favor? No, habla un
servidor. Mira, de verdad, que ya está bien, vamos, hombre, por favor. La otra
noche creo que la audiencia de Sálvame de
Luxe tuvo claro, igual que el programa, que mientas Tu cara me suena siga en Antena 3, el declive de la gorrinada aún
no conoce fondo. Han tratado de combatir el gran espectáculo de Manuel Fuentes con estrellas potentes
de su hábitat, y han fracasado por mucha carnaza que les echaran a los leones
en la pista. La cosa está tan mala, tan decadente, que me entero de que el
último viernes llevaron a la última mona de la barraca a que contara, otra vez,
su mala situación económica, a que llorara mucho, y a ver si levantaba los
audímetros.
Ni caso. La
audiencia pasa porque como ella, millones. Que una tal Chiqui Fernández, la señora que ha sabido sacarle partido a su baja
estatura mientras le ha durado el cuento y ha pasado por brillantes lodazales
de Telecinco como Gran Hermano, Supervivientes, y hasta hizo de
reportera para Sálvame, se puso a
lagrimear en el plató diciendo que no quiere caridad sino un trabajo. Como
millones de españoles. ¿Qué solución le dio lo de Jorge Javier y su cuadro de actores? Que Aramís Fuster, la bruja, le hiciera a la pareja una limpieza de
energías para quitarles la mala suerte a ella y a su marido, un tal Borja, y de paso a la hijita de ambos, Alma, que creo que nació ante una
cámara de televisión como una “exclusiva” vendida de los padres a la factoría
de purines. La tal Aramís dijo hace unos meses que ni era bruja ni nada. Da
igual. Entre estafadores se entienden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario