Cáncer
(Artículo publicado el martes, 6 de diciembre, en diarios de EPI PRESS)
Ha saltado a los
medios de comunicación, sobre todo los dedicados a la cosa de la tele, y a
otros de información general, que Marta
García, presentadora de un informativo en 7TV, la tele de Pedro Antonio Sánchez y su Gobierno en
la Región de Murcia, después de luchar contra el cáncer de mama, reapareció en
la pantalla con la cabeza rapada, fruto de la quimioterapia y radioterapia. La
imagen es algo más que un gesto. Es el símbolo de que las cosas con relación a
la enfermedad están cambiando. Marta García tiene una tribuna privilegiada, y
la ha usado con valentía para normalizar lo que hasta hace nada era un estigma
que había que ocultar. En paralelo, aunque nada que ver con el cáncer de la
peleona Marta, la campaña que ha ido tomando forma en las redes para que la
gente no vea la última película de Fernando
Trueba, La reina de España.
Copio, textual,
la frase, que se las trae, escrita por @Paquirri74, hermano de sangre de Paquirrín. “Este hombre muy buen
director pero un hipócrita (sic), devuelve las subvenciones sin vergüenza
(sic)”, o fin de la cita, que le diría Rajoy
al torerito. A ver, hermoso, ¿que devuelva las subvenciones sin vergüenza –de
devolverlas-, o devuelve las subvenciones, sinvergüenza? No es lo mismo.
Enseguida, un camionero ha cogido esa Tizona para guerrear junto a otros que se
sienten ofendidos por lo que dijo Trueba cuando recogió el Nacional de
Cinematografía –ni cinco minutos de mi vida me he sentido español-. Que se vaya
a tomar por culo a Francia o Italia, pero vete nadando a ver si te ahogas en el
mar, bizco de los cojones. Es lo más suave que le dice. El señor habla con
rabia y bilis desbocadas. Hay cánceres con solución, como el de Marta. Otros…
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