Azufre
(Artículo publicado el jueves, 18 de febrero, en diarios de EPI PRESS)
Se veía venir.
Dijimos, y sabíamos, que Soy noticia,
junto a Conexión Samanta, que Cuatro
empezó a emitir en sábado y luego en viernes, se daría un batacazo importante.
Y así fue. A la audiencia que ha ido forjando la cadena le importa un cojón de
pato su apuesta por “el periodismo”. Lo pongo así, entre comillas, porque ni
eso era periodismo ni nada que se le parezca. Quiero decir que Cuatro frivolizó
tanto, rebajó tanto el nivel, que a nadie interesó el resultado. Ni a la audiencia
natural de la cadena, por muy friqui que sea, ni a quienes, ingenuos, se acercaron
con curiosidad e interés les satisfizo Soy
noticia ni lo otro que, como escribí en su día, son al periodismo lo que
siete hamburguesas a una comida que se considere saludable.
Así que Cuatro,
lógico, se ha quitado de en medio la pachanga de Nacho Medina y la de Samanta
Villar, por filibusteros, excéntricos, y circenses. Nada que ver con el
trabajo serio y creíble que Jalís de la
Serna –Callejeros, En tierra hostil- firma para La Sexta
como Enviado especial. El programa
pretende dar voz a españoles que viven fuera de nuestro país y organizaron su
vida allí. La primera entrega la dedicó al preso español Pablo Ibar, que lleva en el corredor de la muerte más de 15 años y
ahora ha conseguido que la Corte Suprema de Florida anule su condena y se
revise desde cero su juicio. Al preso lo hemos visto en informativos y
magacines. ¿Qué novedad periodística ofreció Jalís y el equipo de Enviado especial? Se habló con él, con su
nuevo abogado, con la mujer de Ibar, con
un congresista, y con una hermana de una víctima. Sin triples saltos ni
tontunas. Sin excentricidades. Vamos, azufre para Cuatro.
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