Bibiana
(Artículo publicado el sábado, 13 de febrero, en diarios de EPI PRESS)
Lo ha dicho
ella, Bibiana Fernández, vía
exclusiva en revista de chismes que saltó enseguida a los corros de chismosos
televisivos, tan decadentes. Tengo que vender mi casa para pagar a Hacienda.
Ese es el titular, se supone que para desahogarse, para que la gente se
compadezca, para que la revista le pague algo o, como hizo Lola Flores, la inventora del “crowdfounding” patrio, para que “si
cada español me da una peseta, yo puedo pagar a Hacienda”. La tía. Mala racha
la de Loles León, Rossy de Palma, y ahora Bibiana, y
otras chicas del montón… de Almodóvar.
Todas lloraron su ruina en las pantallas. Pero la gente distingue estos
lamentos glamurosos de la tragedia de quien cuenta su drama sin un poco de
rímel que llevarse a la pestaña. Estos rotundos titulares, esta exhibición
impúdica de tus cuitas con Hacienda, son el anuncio de una disposición. Estoy
dispuesta, por ejemplo, a entrar en Gran
Hermano VIP. O lo que sea.
Cotilleo en las
redes sociales, que me hacen la columna. La mayoría de opinantes no tiene
piedad. Si son sinvergüenzas para prostituirse en televisión, son sinvergüenzas
para defraudar. Bah, tiene casa para pagar, no es el españolito que no tiene
donde caer muerto. Que alguien que trabaja a diario en televisión diga que
tiene muchas deudas, pena ninguna, ella sabrá en qué se ha gastado el dinero, y
si no puede vivir en un ático, que viva en un pisito en el sur de Madrid. La
pena es la gente que agotó el paro y no puede poner comida a sus hijos, venga
ya. ¿Tiene que dar pena esta gente que gana lo que jamás verá un trabajador en
su puta vida? Pagas a Hacienda y punto, lo hacemos todos cada año, guapa. Ya lo
decía El Fary, si ganas 16, ahorra
4. Pues nada, a pagar.
Me da mucha cosa ver el trato que esta mujer se ha dado a sí misma. En general. |
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