Buena manera
(Artículo publicado el sábado, 6 de febrero, en diarios de EPI PRESS)
Lo nunca visto.
Es el primer programa de convivencia que no me echa para atrás, que no me
agrede, que me pilla echando el pie a la vez, en sincronía con lo que veo, es
la primera vez que un programa de convivencia respeta a la audiencia y no hace
firmar a sus participantes contratos donde se dejen humillar, vejar, exponer
como un producto de mercado sin control sanitario. Hablo de A mi manera –martes, La Sexta-. El
esquema es fácil. Marta Sánchez, Mikel Erentxun, Manolo Tena, Antonio Carmona,
David de María, Nacho García Vega, y Sole
Giménez conviven en una casa mallorquina frente al mar para recibir
homenajes de sus colegas, que versionan sus canciones. La primera entrega
estuvo dedicada a Mikel Erentxun, así que escuchamos las míticas canciones de
Duncan Dhu con otras voces y otras cadencias.
El programa
también dedica tiempo a saber de la vida del homenajeado esa noche, pero
buscando la curiosidad, no hurgando en el posible lado oscuro. Mikel contó que
tuvo un infarto y su paso por el hospital estimuló su creatividad, que de ser
gay le gustaría Brad Pitt, que le
flipan las chupas de cuero y los zapatos caros, que es un maniático que no
puede tocar nada en un servicio público, y que se las ve y se las desea para
entrar y salir de ahí sin que sus dedos toquen pestillos, grifos, o pomos. A mi manera, al margen de estas
anécdotas personales, es una apuesta por la música –y en directo, con una banda
potente- y por unos artistas de trayectoria que nada tienen que ver con niños
talentosos o niñatos de obsolescencia programada que hacen músicas horteras en
programas que tratan a la música con el culo. Véanlo a ver qué les parece.
Momento final en el que Mikel Erentxun, rodeado de sus colegas, versiona una de sus canciones en A mi manera. |
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